Capítulo I

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[11 de Abril - 2016]

Volvíamos del funeral, él manejaba el auto y nosotras íbamos sentadas atrás. Él no había dicho una palabra en todo el día. Su mirada se hallaba perdida, miraba al frente, pero no veía la calle, ni el horizonte, ni el cielo nublado, sólo miraba. Sabía que él era el culpable; sabía que yo quería asesinarlo y escaparme con Ruth apenas lleguemos a la casa, se lo hice saber con la mirada que le lancé durante casi todo el entierro; tuvo suerte de que no me haya sentado en el asiento izquierdo, sentía tantas ganas de ahorcarlo. 

Ruth lloró todo el recorrido, al igual que yo, pero ella no intentó disimularlo, a ella nunca le importó que la vean llorar, todos siempre supieron que ella es la sensible. Yo, en cambio, lloré sin llantos y sin mostrarle mi cara a nada más que el vidrio empañado.

Cruzábamos el camino de la cuesta arbolada que nos llevaría al portón de madera para entrar a la casa. Además de la velocidad, que comenzó a subir repentinamente hace poco menos de un minuto, todo parecía estar en orden, para la situación del día, al menos. Según lo que dijo Osvaldo a todo el que haya preguntado, un animal se cruzó en el camino y él intentó esquivarlo lanzando la camioneta hacia la izquierda.

Ni Ruth ni yo estábamos preparadas para el vuelco. Cuando quisimos reaccionar, la camioneta ya había dado un salto al salirse del camino, cayó sobre su techo y se arrastró unos tres metros, hasta que su puerta derecha trasera, la del vidrio que un instante antes había servido como bolsa de boxeo para mi cabeza, chocó con uno de los muchos árboles que transformaban la calle en un hermoso túnel, convirtiendo mi cuerpo en una bolsita llena de huesos rotos y órganos reventados. 

Yo pude ver casi todo desde afuera, ya que el golpe que dio mi cabeza con el vidrio al saltar la camioneta fue suficiente para enviar a mi bella alma a volar fuera de mi cuerpo.

Sí, literalmente salí volando de mi cuerpo hacia el cielo, alguien iba a mi lado, pero ni siquiera le presté atención, sólo observé el choque y... nada. No dije nada. ¿Qué querías que hiciera? Acababa de morir y no sabía si mi hermana estaba bien. No la vi salir volando conmigo, supuse que había sobrevivido.

Quería llorar, pero no podía sentir nada. Quería gritar, pero ninguna palabra salía de mi boca. Quería dejar de flotar, bajar y ver por Ruth, pero mi cuerpo no reaccionaba. Yo no reaccionaba.


Estoy muerta... Estoy muerta.

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⏰ Last updated: Mar 24, 2022 ⏰

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Salvadas y CondenadasWhere stories live. Discover now