Dulce Venganza.

14. Fragmentos: Inferno. Parte II.

—¿Sunset?

Sunset Shimmer sonrió, complacida de comprobar que Sour Sweet aún la recordaba. Le tomó demasiado tiempo el encontrar el rastro de la mayor, pero ahora, aquí estaban, frente a frente.

Podía verlo en aquello ojos índigo, Sour ya no era la chica que vio por última vez hace años atrás. El cansancio, hostigamiento y desesperanza, completamente tatuadas en la piel de la mayor.

—¿Qué pasó? —Sunset tenía tantas cosas que quería decir, sin embargo, la forma encogida de su hermana, la alertó de que algo no estaba bien. —¿Dónde están mamá y papá? ¿Por qué de repente  cortaste toda comunicación conmigo?

Sour aún se encontraba en schok, no estaba en sus planes el volver a ver a Sunset. Después de nueve años sin dar señales de vida, no esperó que la menor hiciera cualquier esfuerzo por saber de ella.

¿Por qué estaba ahí? Ella decidió cortar toda comunicación con Sunset para mantenerla a salvo. Si Celestia creía que Sour había muerto, no tomaría represalias contra su hermana menor.

—Ven conmigo, necesitamos hablar en un lugar más privado —Sour hizo una seña. Sunset asistió y la siguió. Ambas se dirigieron al borde del pueblo, justo donde se extendía un frondoso bosque. —¿Celestia no te ha dicho nada con respecto a la familia?

—No … dijo que hizo todo lo posible por comunicarse con ustedes, pero que no tuvo éxito.

Por supuesto. Celestia jamás diría algo que la pudiese incriminar directa o indirectamente, esa mujer era mucho más inteligente.

¿Qué debía de hacer ahora? ¿Contarle la verdad a su hermana de tan sólo trece años y arruinar su vida? ¿O inventar alguna excusa precaria que se derrumbaría en un chasquido?

—¿Cómo me encontraste? —preguntó, cuando su mente divagó hacia ese rumbo.

—Alguien con quien tengo comunicación por medio de cartas me ayudó —respondió Sunset, buscando en el maletín que colgaba perezosamente en su hombro derecho. —Se hace llamar 'Dæjhk-Uhr', al parecer, es alguien que esta bastante familiarizado por la princesa Celestia, hace aproximadamente tres meses que tengo comunicación con dicha persona —su semblante se ensombreció mientras sacaba un pergamino. —Me pidió que te exigiera la verdad y que no aceptara excusas baratas.

Sour tragó saliva, ¿quién diablos era esa persona? Acababa de arruinar una posible salida, ahora, Sunset estaría más perceptiva ante las mentiras. Suspiró pesadamente, últimamente su vida era una ruleta, y, en cualquier momento, su suerte se acabaría.

—Sunset … nuestros padres están muertos, fueron asesinado hace nueve años por orden de la princesa Celestia. Ellos planeaban rescatarte de las garras de esa mujer … por eso … ella los mandó a matar, todo el pueblo quedó consumido por las llamas, fuí la única sobreviviente —relató, intentando no recordar los gritos, la sangre y las risas de los soldados que cruelmente violaron y mataron. —No quise contactar contigo ya que podría ponerte en peligro … yo … —su corazón latía desbocado, una punzada insistente se instaló en su cabeza.

Levantó la mirada, que anteriormente había bajado, sólo para observar el rostro horrorizado de Sunset. La ojiverde dejó caer el pergamino, esté cayó al suelo, abriéndose ante el contacto con el suelo, premiándole a Sour, leer su contenido.

»He encontrado la localización actual de Sour Sweet. Te adjunto la dirección y algunos detalles que serán de ayuda. No le digas nada a Celestia, esa mujer no es de fiar. ¿Cómo salir del castillo sin que ella se de cuenta? De eso, deja que me encargue yo. Espero haber sido de ayuda, aún así, hay algo de lo que tengo que informarte …«