Enchanted- Fremione

¿Qué hace ella aquí? (re-subido)

~~~RON~~~

Desde que este año comenzó muchas cosas habían cambiado: Harry y yo habíamos peleado mucho a causa de mis inseguridades ("¿Por qué siempre lo elegían a él y no a mí? Quizás este destinado a ser solo el amigo del Elegido y ¿saben qué? Puedo vivir con eso... Sí, sí puedo."), Fred me había mandado al hospital del colegio por un ataque de celos, Hermione había empezado a salir con el estúpido cara de bludger y nos había abandonado, Fred casi muere... ¡Puf! Son demasiadas cosas y eso que El Innombrable estuvo tranquilo todo este tiempo, de otra forma creo que no lo habría soportado.

A penas Fred abrió los ojos mamá ya nos había obligado a todos a preparar nuestra casa para recibirlo. No me quejo, al menos no estoy en la clase de Snape mientras sacudo los cojines, además, me alegro mucho de que por fin haya llegado el día.  No había hablado mucho con él desde que despertó y me debía un par de explicaciones...

La sala de espera de San Mungo estaba repleta de gente feliz, incluso Charlie había pedido unas vacaciones para pasar los primeros días de nuestro hermano en casa junto a él. Yo estaba hablando con Harry cuando de repente la puerta se abrió y la habitación quedó en silencio, supuse que sería el medico o la enfermera que nos daría algunas instrucciones sobre qué hacer durante el periodo de descanso de mi hermano pero no podía haberme equivocado más.

Al girarme la vi, una mata de pelo castaño que se apresuraba a saludar a todos con delicadeza, disculpándose por interrumpir sus conversaciones. Yo fui el último en recibir mi beso en la mejilla. Hermione se quedó estática, a mi lado después de eso.

— ¿Así que por fin te dignas a aparecer por aquí? ¿Ya te cansaste de ver al loco con el que sales y recordaste lo que le hizo a mi hermano? ¿Recordaste a tus amigos?  —Solté toda esa catarata de preguntas llenas de furia sin importarme si podía herirla, después de todo no había pisado el hospital una sola vez después de haber causado todo este lío.

— Ron... No seas así con ella...— Dijo Harry tomando la mano de la muchacha para tranquilizarla, mis palabras la habían afectado.— Mione estuvo muy al tanto de lo que pasaba aquí, todo el tiempo me preguntaba por la salud de Fred... No es su culpa que Viktor se haya pasado.

Ella seguía ahí parada sin decir nada, ni siquiera confirmó las palabras de Harry. Después de un tiempo, en el que la tensión del ambiente se incrementó, por fin comenzó a modular, aunque muy lento y casi en un susurro. 

 —Para tu información, Ronald, Krum y yo terminamos.— Se sacudió soltando un poco de aire antes de continuar.— Él ya está nuevamente en Bulgaría con mucha vigilancia por parte del Ministerio y yo... Yo nunca aprobé lo que hizo. No hay justificación válida para eso. — Luego levantó la voz, acercándose a mí de forma amenzante. — ¡Y ni se te ocurra recriminarme jamás por no haber venido! Todos aquí me preferían alejada, incluso tú. ¡No tuve otra opción! No tienes ni idea de cuanto me preocupé por tu hermano, ni de lo que hice durante todos estos días...

— Mione, creo que es hora de que se lo digas, al menos a Ron... Él no te juzgará.  — La interrumpió Harry.

—¿Que él no me juzgará? ¡JA!— Rió falsa y secamente. — Si es lo único que hizo desde que Viktor se me acercó. Si se lo digo no cambiará nada, él no me creería.

 —¿Puede decirme alguno de que caracoles están hablando? ¿Qué es lo que yo no entendería, Hermione? 

— No importa, Ronald, sólo olvídalo. Es mejor que me vaya. — Dio media vuelta dispuesta a irse.— Te dije que no era una buena idea, Harry. — Agregó y su voz se rompió al final de la oración.

— ¡Espera! ¡No te vayas por favor!— Él estiró su mano para detenerla pero ella se la quitó de encima. —¡HERMIONE VINO A VISITAR A FRED TODAS LAS NOCHES DESPUÉS DEL HORARIO DE VISITA! — Gritó a todo pulmón.— Yo la ayudé a entrar por la ventana, de hecho la última vez que lo visitó fue cuando comenzó a despertar. ¡Ella enfrentó su miedo a volar y rompió muchísimas reglas por tu hermano! Deja de ser tan agresivo con ella por favor, Ron.

 —¿Eso es verdad, Mione?— Era la primera vez en meses que decía su apodo, sonaba raro en mi boca, no podía creer todo eso.

 —Sí, sí lo es. — Respondió limpiándose las lágrimas con la manga de su camiseta, intentando, sin éxito, detener la catarata que emanaba de sus ojos.

Corrí a abrazarla y nos quedamos así, en el medio de la sala, en silencio, abrazándonos, perdonándonos.

No recuerdo en qué momento se abrió la puerta de la habitación de Fred, ni en qué momento salió por ella, pero sí recuerdo sus palabras llenas de distintas emociones y dirigidas a la castaña:

— ¿Qué hace ella aquí? 

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Leila is back babe!! Terminaron los exámenes, el colegio está tomado y esta historia no puede ser más dramática... nah mentira, si que puede.

¿Cómo han estado?

Realmente no puedo creer que este libro esté superando las 7.4K lecturas y que siga primero en su ranking, es un sueño para mí. Estoy pensando en inscribir esta y otras de mis historias, completamente originales (a las que les estoy poniendo muchísimas  ganas), en varios concursos. Así que no se las pierdan y difundanlas con sus amigos!! (Comenten acá si leyeron alguna)

Besos 🖤❣🖤🖤❣🖤❣🖤❣🖤❣❣