Enchanted- Fremione

Yo puedo ignorarte el doble (re-subido)

~~~Hermione~~~

Pasaron varios días desde que Fred volvió. Algo en él habia cambiado, ya no me hacía bromas y lo único que hacía al verme era un gesto con la cabeza, que seguramente quería aproximarse a un saludo.

No tardé en notar que lo hacía a propósito, pero la gota que colmó el vaso fue que cuando comíamos  hablaba con todos menos conmigo. No voy a negar que me dolió mucho este cambio tan repentino en su comportamiento, pero Fred Weasley se había metido con la leona equivocada.

Dejando eso a un lado, yo por mi parte cuando no estaba muy ocupada ayudando a Harry a prepararse o estudiando, salía con Viktor. Al conocerlo mejor me dí cuenta de que la imagen que intenta vender se aleja muchísimo de lo que es realmente, se podría decir que estaba empezando a gustarme.

El día anterior a la segunda prueba todavía faltaba mucho por hacer. Esa noche, cuando estabamos en la biblioteca una pequeña muchacha rubia, que debía ser de primer año, pasó a buscarnos a Ron y a mi y nos pidió que fuéramos  a la oficina de Dumbledore. Después de lo que había pasado en mi última visita a esa habitación, no podía evitar estar un poco nerviosa. 

En cuanto entramos una luz roja nos golpeó.

—Lo siento Señorita Granger y Señor Weasley, es parte del torneo. — La serena voz del director fue lo último que escuché antes de perder la consciencia.

Desperté en el agua helada del lago negro, una criatura que era un híbrido entre humano y tiburón me estaba llevando hasta la orilla, en donde Madame Pomfrey esperaba con muchas toallas y lo que parecía ser alguna bebida caliente. Escuché los aplausos mientras corría a secarme en la tienda que habían instalado para eso, allí había un montón de ropa seca por suerte.

La enfermera estaba atendiendo a la criatura que me había rescatado, cuando pude mirarla bien descubrí que era Viktor, cuya  transformación había fallado en completarse. Me miró y le lancé  un beso seguido por un "gracias".

Al poco rato llegaron Harry y Ron, ya cambiados, para verme. Escuchamos los puntajes juntos y festejamos el acto heroico de Harry. Cuando todo terminó, nos dirigimos al castillo conversando con nuestros amigos. A unos metros del castillo, George se despidió de nosotros de parte suya y de su hermano sin darnos ninguna pista de a dónde se dirigían.