Aimeé

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Su nombre significaba todo,

representaba todas las cosas

y sus nombres.

Pero ella no se sentía así.

Su nombre podía significar todo,

pero a ella no la representa.

Los nombres son importantes,

son parte de la personalidad de cada uno;

pero ¿de que sirve un nombre,

que no te representa?

Su nombre no podía expresar su forma de ser,

ni lo que le gustría ser,

y menos lo que sentía.

Su nombre representaba el de todas las cosas,

y quizas ahí estaba el problema:

ella no era una cosa,

ella era una persona.

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