Frases de La Cabra.

Problemas de tolerancia: Desconocidos extranjeros.

-No entiendo por qué el quejarse tanto por un... ¿un cliché?, ¿una etiqueta muy gastada?

Él miró a la Cabra como si fuera un ser completamente aberrante y sin corazón.

-Me dijo que era un ranchero hijo de una sirvienta, monta vacas y traga tortillas sin educación. -acusó. El rostro por completo rojo de enojo e indignación.

Si tuviera cejas, si solo tuviera unas cejas pequeñas estaba seguro que la cabra habría levantado ambas por la sorpresa.

-¿Dónde está el insulto? Yo no veo dónde está el insulto. Vives en un rancho.

-¿Qué?, pero...

-Tu madre es una sirvienta.

-Un momento, eso no...

-Sabes montar, incluso cabalgas de vez en vez a Mimi, la vaca lechera de tu abuela.

Noa se cubrió el rostro con ambas manos.

-Eres vives en un país donde comer tortillas es casi un arte, es raro cuando no comes tortillas.

El niño miró al techo de su cuarto, como si la pintura blanca y el foco que tenia mugre en la base pudiera darle ayuda.

-No vas a la escuela, te dedicas a ser perezoso veinticuatro horas, trescientos sesenta y cinco días al año.

La cabra miró con simpleza al niño que se ponía más y más irritable.

-Si sabes que todo lo dicho anteriormente es mentira, ¿porqué no te enojas como lo hiciste con el turista?

-Porque tu me conoces, sabes que mi mamá no es sirvienta y que voy a la escuela... -dijo Noa con las manos abiertas frente a él, las palmas arriba, moviéndolas de arriba a abajo varias veces.

-No deberías enojarte, son estigmas sociales.

-Pero me da coraje que sea tan tonto.

-¿Y no te da más coraje que te castigaran dos semanas sin salir de tu recámara por tirar sus cosas a la basura?

-¡Se lo merecía!

-Se merecía que lo ignoraras, no el gusto de que te regañara tu madre frente a todos.

-No hacer algo sería como ser el Rey de los Tontos.

-¿Estas seguro de eso?

El niño se cruzó de brazos y miro sus pies, pensativo. El entrecejo fruncido y la clara intención de decir algo en los próximos minutos.

-Si tolerar e ignorar a la mala hierva es ser  Rey de los Tontos, pues bienvenida sea la corona. -soltó la Cabra, echado en el piso del cuarto mientras las próximas palabras dela infante.