Epílogo

568 40 3
                                    



Olimpia

La vida de adulta no es tan fácil como esperaba, son muchas responsabilidades,trabajo y noches sin dormir. Por fin estaba graduada y tenía el trabajo de mis sueños; vivo en Estados Unidos y no tenía pareja aún, es que olvidar o igualar a alguien como Fernando no era posible. Todo iba normal hasta que Harry volvió a aparecer en mi camino. ¿y por qué no aprovechar?, sí, fui al pasado, necesitaba ver a Fernando.

-Allí está- señaló Harry a ese imponente Rey en su trono junto con su hermosa esposa e hijos, lucía totalmente diferente. Ya era un hombre, no lo podía creer.-seguro debe recordarte, ve a saludarlo.

-No, alguien más puede verme y puedo alterar el futuro.

-¿más de lo que lo has hecho?

-Sí...se ve tan feliz-dije con melancolía en mi voz.

-No lo es, te necesita en su vida-dije viendo tras ese enorme pilar a el perfecto rey que observaba el lugar junto a su reina.

-Cariño, alguien nos ve...allí-dice señalándonos su esposa, no puede ser, nos había visto.

-No puede ser...-bufé.

-Ya vuelvo cariño, espérame en nuestra alcoba real-la mujer asiente mientras aquel hombre de unos 28 o 30 años que ahora era casi irreconocible se acercaba con rapidez.

-Harry, vámonos.

-Olimpia deja al menos que te vea...

-¿Olimpia?-dijo ahora en shock el hombre de ojos azules frente a mí. Yo asentí.- No puede ser...t...tú estás aquí- y se abalanzó sobre mí inundándonos en un profundo abrazo.

-Vine a verte, jamás te olvidé...

-Ni yo a ti, ¿viste el retrato?-asentí.

-Es precioso, me hiciste famosa por eso- reí con lágrimas en mi rostro- un historiador me vio en el museo y quedó impactado con mi parecido al retrato; me tomaron fotos junto a él, creen que soy una reencarnación.-ahora Fernando rió.

-Estás hermosa, más que nunca...daría lo que fuera por tenerte conmigo.

-Pero no puedes...-dije recordando a su esposa e hijos- tienes una familia...y es hermosa- no pude evitar llorar.

-Dime que tú no estás sola, dime que tienes a alguien que te proteja-dijo Fernando con lágrimas en sus ojos.

-Lamento decepcionarte, pero no he conseguido a nadie...no es fácil. Yo...debo irme Fernando, espero que seas feliz.

-No Olimpia...no por favor, no te vayas aún.

-Lo siento, debo irme. Adiós, procura ser feliz.- Y no aguanté más, le quité la máquina a Harry y volví donde debía estar, el presente. Donde él era un príncipe y yo invisible.

Fernando

No podía soportarlo, verla frente a mí después de varios años, la extrañaba tanto y había venido por mí, no me había olvidado, moría por dentro, no tenía vida sin ella.

Pasó un año, cumplí 29 años, pero no podía celebrarlo, necesitaba de nuevo un regalo, necesitaba a Harry para que me llevara con Olimpia.

Mi mente pareció llamarlo, porque el día de mi cumpleaños, justo a la misma hora que al comienzo, el apareció.

-Hola Fernando, soy Harry y vengo a llevarte al futuro... otra vez.

Y es así como decidí hacerle caso y realizar de nuevo mi viaje para ver a mi chica. Así tuviese que viajar mil veces para poder estar con ella lo haría, volvería al pasado y luego al futuro cuantas veces sea necesario, todo por poder estar con mi chica, donde yo no era un príncipe ni ella una chica invisible.

Él un príncipe y ella invisibleWhere stories live. Discover now