In the kind of world where we belong

“¿Qué estás haciendo?", Harry murmura débilmente, con los ojos todavía cerrados.

Louis sonríe, a pesar del hecho de que Harry no puede verlo. Es cierto que ha estado observando a su novio por un par de minutos, pero a quién le importa. Louis no puede hacer esto en público, siempre tiene que asegurarse de que su mirada no permanezca demasiado tiempo en Harry. Aquí, en la privacidad de su casa, su dormitorio, puede mirar a Harry por el tiempo que quiera.

"Eres tan... tan hermoso", admite Louis débilmente, su voz llena de afecto. Él se aclara la garganta. "Una verdadera vista para mis ojos", agrega a través de su sonrisa y, por si fuera poco, y porque puede, golpea suavemente el trasero de Harry, ganándose un gemido exagerado del chico.

Las sábanas de seda rosa los cubren cuidadosamente, ocultando la mitad inferior del cuerpo desnudo de Harry. Louis adora estas sábanas. Son muy suaves, y se ven excepcionalmente maravillosas contra la suave piel de la espalda de Harry.

"¿Vas a prepararme el desayuno o qué?" Harry exige, y finalmente abre los ojos esta vez. mirando a Louis bajo sus pestañas. Hay una sonrisa burlona apenas oculta bajo la adormilada expresión mañanera.

En ese justo momento, el estómago de Harry gruñe, como si enfatizara sus palabras. Luego de sus actividades anteriores, Louis se sorprende de que Harry haya tardado tanto en pedir comida. (Bien, pueden haberse quedado dormidos después de sus ejercicios ...)

"De inmediato, cumpleañero", Louis se burla rodando los ojos. No pudo resistir el impulso de inclinarse primero, rozando un beso en la mejilla de Harry.

Este último cierra los ojos ante el gesto, el cabello de Louis rozando su oreja. El contacto de los cálidos labios sobre su piel le envía escalofríos por toda su espalda y su corazón palpita.

Cuando Louis regresa, lo hace con una bandeja llena con un desayuno lujoso. Entonces, de repente, la música llena la sala, y Harry adivina que Louis debe haberla encendido justo antes de entrar. Él siempre ama hacer una buena entrada.

Harry se sienta derecho, su espalda apoyada en la almohada contra la cabecera. Se siente adolorido, pero es una buena clase de dolor, y lo pasa por alto cuando pone los ojos en la comida que lo espera. Él sonríe al verlo, estirándose y ansioso por comer.

Louis coloca cuidadosamente la bandeja sobre la cama y no pierde el tiempo para unirse a Harry bajo las sábanas de nuevo, justo cuando la letra "En el tipo de mundo al que pertenecemos" suena. Y sí, Harry está de acuerdo. Y ahora mismo, Louis pertenece mucho a esta cama, junto a él.

“Gracias por esto", dice Harry, enviándole a Louis una sonrisa de agradecimiento. Cuando Louis está lo suficientemente cerca, se inclina para picotearlo en los labios, haciendo que los ojos de Louis se cierren brevemente ante el suave gesto, una sonrisa cegadora en su rostro.

"De nada, amor".

Louis podría haberle comprado a Harry una rebanada de pan para el desayuno y él habría estado satisfecho de todos modos, pero tiene que admitir que los huevos Benedict que está comiendo ahora son excelentes. Los huevos están perfectamente escalfados, el brioche es firme y la crema holandesa es deliciosa.

"Realmente te has superado a ti mismo," Harry murmura a través de un bocado.

"No sé por qué estás tan asombrado", Louis comienza a decir, haciendo que Harry ponga los ojos en blanco con diversión. Ciertamente no parecía sorprendido, pero Louis defenderá sus habilidades culinarias en cualquier momento. "Soy un muy buen cocinero. Especialmente cuando se trata de satisfacer y complacer a mi chico".