CAPITULO 43

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Canción: Katy Perry - Unconditionally

Ha pasado cerca de un mes desde el incidente en el hotel con Fiore, las cosas van tan tranquilas que a este punto no sé si preocuparme o sentirme aliviada, porque sé que ese hombre esta aun asechándonos esperando su oportunidad para actuar, así como también sé que Bruno ha estado ideando un plan desde hace mucho para acabar con él, su humor ha cambiado mucho, la mayor parte del tiempo se la pasa encerrado en su oficina y hasta sus empleados tienen miedo de cruzárselo.

Esta mañana cuando desperté lo primero que hice fue ir a la cocina, aproveche que estaba en su oficina hablando con Simone para preparar el desayuno, en un principio las empleadas se negaron en dejarme cocinar por aquello de que se enojaría si me viera allí, pero las convencí después de todo soy la señora de la casa.

- Acá está - el grito de Simone me hace volcar la mirada a mis espaldas.

- Por Dios Simone me vas a matar de un susto - le digo, mientras me llevo la mano a mi pecho.

- Lo siento señora, el jefe la estaba buscando.

- ¿Qué hacías en la cocina?- la voz de Bruno aparece luego.

- Estaba cocinando el desayuno.

- ¿Que no sabes que para eso hay personal?

- Bueno, quería hacerlo esta vez, siéntate en la mesa.

- ¿Que pretendes?- dice con una risa - No vuelvas a desaparecer así, me preocupaste.

- No es para tanto, anda siéntate.

¿El desayuno? El desayuno esta vez es diferente, no es italiano, así que estoy esperando su reacción una vez ve el plato sobre la mesa.

- ¿Que es esto?

- Huevos revueltos, tocino, jugo de naranja, croissant y cappuccino.

- Esto no es...

- Si ya sé que no es italiano, bueno al menos el café lo es. Dijiste que comerías cosas que no fueran italianas.

- ¿Lo escuchaste? - dice levantando una ceja.

- Oh si fue la mejor parte de aquella confesión - digo riéndome. - ¿No vas a probar el desayuno que preparo tu esposa?

- Claro que si - dice dándome una sonrisa y posterior a eso comiendo el contenido del plato.

- ¿Y bien?..

- Tienes unas manos maravillosas - dice mientras las besa.

- El cappuccino ya no es amargo.

- ¿Porque no desayunas conmigo?

- Ya desayune.

- ¿Ah sí?

- Relativamente estaba comiéndome el tocino en la cocina.

- Tanto tocino es dañino.

- Se veía provocativo, en verdad. Hoy saldré de compras, Laurent esta de cumpleaños y ya sabes que desde que se divorció no la ha pasado bien.

- Dile a la señorita Davis que si desea puedo ayudar a que ese bastardo de ex marido, se comporte como un verdadero hombre.

- Nada de eso - frunzo el ceño. - No idearas planes violentos contra nadie.

- Va benne solo era una opción. Te llamaré.

- De acuerdo, siendo así me voy.

- Ya sabes a la camioneta blindada.

Pasión Italiana (Ya en Físico)Where stories live. Discover now