Los Elementos de la Realeza

Capitulo 1

Estaba en medio de un campo de rosas rojas con mi cabello negro-azulado suelto y un vestido rojo intenso que arrastraba al caminar, estaba de pie mirando un hermoso atardecer, siempre me habían gustado, el sol tenia una salida hermosa, con todos esos tonos naranjos alrededor de él mientras iba desapareciendo, por alguna razón sentía que era la etapa mas luminosa del día, aunque el día estuviera terminando. Una vez que el sol desapareció cerré los ojos para sentir la brisa fresca de la noche recién iniciada; cuando los abrí no podía entender que había pasado, aparte de que el cielo antes luminoso por tantos tonos naranjas ahora era oscuro e iluminado por una luna llena blanca y brillante, acompañada de pequeñas estrellas igual de brillantes; (dejando ese obvio cambio de lado) todo el campo tenia distinto color, las rosas antes rojas ahora eran negras y azul marino, mi vestido también era de un azul marino intenso. Mire a mi alrededor (sinceramente era bastante raro), decidí sentarme a observar la luna y arranqué una rosa con la que estaba jugando; de la nada sentí mucho frío y luego una poderosa ráfaga de viento apareció del lado derecho del campo, me levanté de un brinco (o mejor dicho como pude) aún con la rosa en mi mano, intente ver de donde provenía tanto viento pero apenas lograba mantener los ojos abiertos, de un momento a otro una segunda ráfaga salto de el lado izquierdo del campo, igualmente intenté voltear pero se me hacia muy difícil distinguir algo y entonces de la nada, todas las estrellas del cielo se apagaron y una poderosa luz hizo presencia por donde se había ocultado el sol; a lo lejos se podía distinguir una silueta, era una persona que caminaba hacia mi; de pronto baje la mirada a la mano donde tenia la rosa y esta tenia la forma de una copa; me quede atónita y cuando intente volver mi mirada al frente, escuche un fuerte chillido y de inmediato me lleve ambas manos a lo oidos, dejando caer la copa, intenté tomarla pero en cuento la toque todo estalló y se volvió oscuro, escuche que me llamaban a lo lejos, intenté abrir los ojos pero no pude.

Me desperté de golpe y me senté en la cama, me dolió la cabeza de solo escuchar espantoso chillido de la alarma, la apagué de un golpe y me volví a recostar en la almohada, me froté los ojos y busqué la hora en el reloj, eran las 7:20 am; respire hondo era sábado, no acostumbraba a dormir hasta tarde, así que medio adormilada me levante, me aliste para ir a desayunar, me lave los dientes, me coloque una blusa blanca sin mangas y un short de jean con unos vans negros, me amarre el cabello liso con suaves ondas en un moño desenfadado alto, me miré en el espejo; era delgada y alta pero no demasiada, tenia los ojos café con destellos verdes, mis cejas eran pobladas y considerablemente gruesas, mis pestañas eran respetablemente largas, mi labio inferior era ligeramente mas grande que el superior pero casi no se notaba; al verme en el espejo y no ver nada nuevo, salí de mi habitación y me dirigí a la cocina