¿Buscas recomendaciones de textos fantásticos? ¿Quieres recomendar alguna historia? ¡Este es el lugar! Te damos la bienvenida al apartado de reseñas del género fantástico. En el primer capítulo encontrarás el correo electrónico para enviar tus rese...
Relato que tiene su origen en un curioso concurso donde los participantes teníamos que crear una historia a partir de una imagen, la misma para todos los concursantes. Y esa imagen no es otra que la que aparece en la portada de este cuento. Un buen reto para hacer trabajar a la imaginación.
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En todas las obras de Helkion se aúnan tres elementos fundamentales, que son los que más valoro a la hora de dejarme envolver por la magia de un relato: una ortografía y sintaxis excelente, temas que atrapan porque a lo inexplicable se le añaden enseñanzas de vida y, por último, la sabiduría de ir suministrándonos los datos con cuenta gotas de modo que, al final, siempre nos veamos obligados a lanzar un suspiro emocionado. Es un mago de las letras, ya que dispara la flecha en dirección al centro de la diana, sin enredarse en laberintos innecesarios.
La torre de ámbar sigue esta estela de excelencia. Empieza con sentido del humor y, poco a poco, nos sitúa en el pasado de un torreón abandonado, azotado por el mar y el viento. Un sitio que era el pilar de un pacto entre criaturas extraordinarias y seres humanos. Nos intriga desde el principio. Deseamos saber el cómo, el porqué y, lo principal, qué aconteció para que ahora luzca como un esqueleto descascarado.
Es tal la maestría que llegamos a sentirnos parte de lo contado, personajes que atisban escondidos entre las sombras. El final, además, nos llena de esperanza, ya que por muy negra que sea la noche suele llegar la luz del día. Y no añado más. La historia es corta y no deseo destriparla en esta reseña. Eso sí: os invito a que os paséis por ella y por otras de este maravilloso autor.
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