Capítulo 21- Te he echado muchísimo de menos.

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Es él el que vuelve a hacer desaparecer la poca distancia que quedaba entre nosotros.

Y el tiempo pasa rapidísimo, como siempre que estoy con él. 

-Jesús... -Intento protestar yo, mientras él me hace callar con un beso.

Llevamos ya mucho rato sentados en el césped. Le doy otro beso y él sonríe.

-¿Qué?

-Tenemos que hablar- Comento, girándome un poco para mirarlo de frente.

-¿Hace nada que lo hemos arreglado y ya me vienes con el "tenemos que hablar"? -Bromea Jesús.

Suelto una carcajda e intento pegarle un golpe pero él me da un beso en el dorso de la mano, sujetándola antes de que impacte contra su hombro.

-Es en serio... - Insisto, haciendo un puchero, mientras él agarra todavía mi mano.  

-Tú dirás, cariño. 

-¿De... Dónde sacasteis el programa de los audios? ¿Sabéis quién ha sido?

-Claro, tú no sabes nada de eso...

Y entonces Jesús se pone más serio y me abraza mientras comienza a relatarme la historia que a él le contó Marcos el jueves. Que si el sonido metálico, que si la biblioteca, que si el trabajo de los de bachiller... Flipante. 

-Pero... lo de quién ha sido... Ni idea. - Finaliza, dándome unos cuantos besos seguidos. 

Tengo miles de cosas que opinar sobre el tema. Ya me gustaría a mí saber quién ha sido el capullo que nos ha tendido la trampa, porque me lo cargaba. Pero no digo nada, prefiero abrazarlo más fuerte y darle otro beso. 

Y como siempre, pierdo la noción del tiempo. Pierdo la noción del tiempo hasta que recuerdo algo y me levanto de un salto.

-¡Teníamos un examen! -Suelto, mirándolo sorprendida.

-Era a tercera- Me recuerda con paciencia, poniendose a mí lado y abrazándome de nuevo.

-Pero... -Intento protestar.

Me da un beso, sin dejarme hablar. Y yo sonrío.

-Te quiero mucho. -Susurro finalmente, devolviéndole el beso.

Y se alarga bastante mientras siento como comienza a cerrarse el capítulo, aunque aún me queden unas cuantas cosas por hacer. 

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Entramos corriendo cuando suena el timbre de la tercera hora. Le contamos una película bastante entretenida al profesor sobre que yo me he quedado dormida y que Jesús tenía vez en el médico y que nos hemos encontrado viniendo y...

-No me hagáis perder el tiempo y sentaros a hacer el examen, por favor. -Suspira el hombre, dedicándonos una sonrisa.

Nos sentamos en nuestros sitios y el examen empieza en seguida.

Mi hermano acaba diez minutos antes de que toque el timbre del recreo. Yo lo entrego dos minutos más tarde que él y salgo de la clase. Está esperándome fuera. Lo sabía.

-Perdóname- Dice, mirándome fijamente.-Lo siento muchísimo, hermanita. De verdad. Confío en ti. Sabes que confío en ti. 

Y le doy un abrazo, ahogando las lágrimas. 

Marcos sale unos segundos más tarde. Le dedico una pequeña sonrisa.

-Gracias- Digo, apretando los dientes para no echarme a llorar en cualquier momento. -De verdad. Si no hubiese sido por ti igual nunca hubiese podido demostrar que no...

¿Cómo olvidar que te echo de menos?- Gemelier (Jesús y Daniel Oviedo)Where stories live. Discover now