¿Cómo olvidar que te echo de menos?- Gemelier (Jesús y Daniel Oviedo)

Capítulo 21- Te he echado muchísimo de menos.

Hay un post·it pegado a la primera farola de la avenida. Sonrío y estiro el brazo para cogerlo, mientras siento sobre mí la mirada divertida de alguna de las pocas personas que caminan en ese momento por la calle. 

Miro ansiosa el papelito y.... solo pone "Lore".

¿Es coña? Miro a mi alrededor. Y entonces suelto una carcajada. Hay un post·it en cada farola. Por eso tenía que salir rápido de casa. Esto me va a llevar su tiempo. Avanzo unos pasos hacia delante para coger el segundo post·it. 

"Sé que la he..." 

Otra vez, unos pasos hacia delante para alcanzar el post·it de la tercera farola, sin dejar de sonreír.

"jodido mucho contigo..."

Cuando llego a la última farola, tengo un precioso mensaje entre las manos, escrito en un montón de post·its de colores. 

"Lore, sé que la he jodido mucho contigo pero estoy muy enamorado de ti y te quiero muchísimo. Ni te imaginas cuanto. Y puedo demostrartelo. Dame una oportunidad, por favor. Te necesito. Perdóname"

Agarro el último post·it. 

"¿Qué respondes?"

Lo sumo al final del montón y cierro los ojos un momento, respirando profundamente.

En menos de un minuto estoy delante de él. Jesús está apoyado en el árbol, en el sitio exacto donde nos besamos por primera vez. Lleva una sudadera roja y unos vaqueros oscuros. 

Nos miramos un instante.

-Lore... -Comienza, dudando.

Me agarra de la mano y me atrae un poco hacia él. 

-Bueno, ¿Qué me dices? -Cuestiona, muy cerca de mí, esbozando una sonrisa al ver que no me he resistido a que me cogiera la mano pero que tampoco me decido a contestar nada. 

-Que no tenía ni idea de que había 17 farolas en la avenida- Respondo, sonriéndole por fin después de una semana sin dirigirle apenas la palabra. 

Estamos bastante cerca. Pero no me separo de él.

-Ya ves, yo tuve que salir al balcón a contarlas- Comenta Jesús, siguiéndome el rollo. 

Ahogo una carcajada y nos quedamos mirándonos un momento. Se acerca aún más a mí, abrazandome. 

-¿Me perdonas? -Pregunta, entre susurros.

-Como vuelvas a dudar de mí te juro que... -Comienzo, cogiendo carrerilla.

Pero me interrumpe con un beso, sin dejarme terminar.

-¿Qué decías? -Pregunta con una sonrisa, unos segundos más tarde.

Lo miro, mordiéndome el labio inferior. 

-Da igual- Respondo, negando con la cabeza, después de pensármelo un momento, al darme cuenta de que en realidad no recuerdo como seguía la frase que estaba diciendo. Y que tampoco es importante.

Le doy otro beso y sonrío, abrazándolo con fuerza. Hay cosas que nunca cambian.

-Te quiero- Me susurra, cuando nos separamos. 

Y sé que lo dice en serio. 

-¿Sabes qué? -Pregunto finalmente. 

Estamos a menos de tres centímetros. Nuestras palabras parecen ir a chocarse entre ellas. Jesús me dedica otra sonrisa.

-Dime.

-Te echaba mucho de menos- Suelto con sinceridad- Muchísimo. 

-Más que yo a ti, imposible. Te he echado muchísimo de menos.