(+18) Falta poco para que la pandilla de amigos que cursa bachillerato en el instituto Françoise-Dupont de Paris den por finalizado ese increible verano que pasaron juntos realizando actividades y en el que Adrien y Marinette entregaron sus corazone...
- ¿¡¡QUEEEE!??... ¿¡LO ESTÁS DICIENDO EN SERIO, WAYYZ!?... ¿¡¡COMO LO SABEIS TU Y EL MAESTRO FU!!?... 😲😨😱 – exclamaron un poco sobresaltados Tikki y Plagg.
Por el camino os explicaremos todo... Además, vamos a necesitar usar la TRANSFORMACIÓN HUMANA que disponemos en caso de peligro crítico...
Tikki y Plagg apenas podían creer lo que les estaba contando Wayyz. Si Wayyz hablaba sobre lo de transformarse en humanos, es que algo MUY MUY GRAVE podía ocurrir de un momento a otro.
Sin más dilación, los cuatro kwamis salieron volando en dirección al apartamento del maestro Wayyz. Llegaron en la medida de los posible que les daba su vuelo y, una vez allí, el maestro Fu se encontraba sentado y meditando en el salón principal...
- Buenos días queridos kwamis, Pollen, Tikki, Plagg... sed bienvenidos... 😊😉 - les dijo Fu mientras abría los ojos y se reincorporaba de su posición sentada de meditación.
- Buenos días maestro, ¿para qué nos ha llamado ahora?... – preguntaron Tikki, Plagg y Pollen.
- Bueno... necesito ver con mis propios ojos y estar completamente seguro de que podéis transformaros en KWAMIS HUMANOS... por eso necesito que vengáis todos conmigo a mi sala Laboratorio...
Los kwamis acompañaron al maestro Fu hasta su sala Laboratorio, que era un lugar escondido dentro del apartamento en el sótano más profundo que uno podía imaginarse y, una vez allí todos reunidos, el maestro Fu sacó un misterioso tarro transparente con una extraña sustancia de diversos colores mezclados que, a primera vista, no es que tuviera muy buena pinta......
- ¿Qué contiene ese tarro, maestro?... Tiene un color muy raro, ¿no será alguna clase de veneno? Buaaaagghh... 😮😯🤔 - le dijo una curiosa Tikki, que no se mostraba muy convencida al respecto de lo que era aquello.
- Jejejeje... no te preocupes Tikki... esto que tengo en mis manos es la vieja receta de mi maestro, un maestro que conocisteis todos y que es muy querido por mi... ya sabéis a quien me refiero, nada menos que al primer guardián de los Miraculous: mi querido maestro Laozi...
- Siii, ya hace mucho que no sabemos nada de esa momia... ¿sigue vivo?... 😮😐 – espetó repentinamente un Plagg con poco tacto.
El resto de los kwamis y Fu miraron a Plagg con cara seria, pareciendo que se lo iban a comer vivo de un momento a otro...
- Plagg, por favor... ten más respeto del que fue tu maestro hace muchos años... 😒😡😤 - le dijo un molesto Fu, aunque tranquilo para no empezar una discusión...
- Bueno, dejémonos de interrupciones y conversaciones tontas... vayamos al grano. Vais a probar esta receta que contiene 7 litros de agua, 20 kilogramos de carbono, 4 litros de amoniaco, 1.5 kilogramos de cal viva, 800 gramos de fósforo, 250 gramos de sal, 100 gramos de salitre, 80 gramos de azufre, 7,5 gramos de flúor, 5 gramos de hierro y 3 gramos de silicio, para que podáis iniciar vuestro modo de transformación humana...
El maestro Fu agarró un cucharón y comenzó a darles de beber esa extraña poción a cada uno de ellos. Los kwamis se relamieron y esperaron durante un rato, instante en el que sus cuerpos comenzaron a iluminarse y aumentar de manera increíble......
- ¡OOH DIOS MIO! ¡OOH DIOS MIOO! ¡¡FUNCIONAAA!! ¡¡FUNCIONAAAA!!... 😄😃😆 – exclamó enérgicamente un Fu apoteósico.
Así fue como, al poco rato, los cuatro kwamis quedaron transformados en una versión humana de ellos...
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