CRIMINAL [Stanley Y Tu]

13. cuentas

Narra Olivia

Sali de la habitación y toque en la de ellos varias veces, ya que nadie respondía además de no escuchar nada intente abrirla por mi cuenta, tengo mis trucos

—Mel, soy Olivia ¿Estás bien?

Camine hasta la cama donde estaba acostada, me senté atrás de ella

—Stanford está en mi habitación y está algo triste ¿No quieres hablar de ello?

No hubo respuesta

—Si necesitas algo estoy aquí, hablo enserio

Me quedé hay esperando que dijera algo pero ví frente de ella un vaso de agua, me extrañó que estuviera casi lleno así que lo tome y lo miré a detalle, tenía un ligero color azul.. esto tenía que ser un chiste

—¡Mel! —grite moviendola bruscamente

Hay una droga que los duerme y luego los deja en un coma que jamás despiertan, es una sustancia azul que se revuelve en cualquier bebida o comida, si no actuaba rápido podía morir así que la tome en brazos con la poca fuerza que tubería

No sirve de nada si la llevo con los chicos así que baje hacia la entrada del hotel donde está la recepción para pedir ayuda

Ya arriva de la ambulancia le llamé a Stanley

—¿Todo bien?

—Stan mueve tu tracero junto con Ford a un taxi, voy camino al hospital diles a los de recepción que te digan a cual que haya te explico todo

Colgué antes de que contestará y miré junto con los paramédicos si aún tenía pulso algo que me tranquilizó es que siguiera normal

¿Quién quedria drogarla? Esas drogas solo se de alguien que las tenía y era mi padrastro que varias veces trato de que las tomara pero vamos como si una vida en la calle no te enseñará nada

Llegamos al hospital y no me dejaron ir más haya de la sala de espera ya que no era familiar, me quedé en la puerta esperando hasta que llegó Ford apurado

—Esta adentro, no me dejaron entrar

Siguió su camino y Stan venía detrás de él y me abrazo fuerte

—¿Qué pasó? —pregunto

—Alguien intento drogarla, no recuerdo el nombre pero es de un azul casi nada notable, eso los duerme y luego les deja en coma del cual no despiertan

—¿Es difícil de adquirir?

—Es ilegal, yo tuve un poco de ella hace mucho tiempo, mi padrastro tenía pero no sé de dónde la conseguía

—Gracias al cielo que entraste y viste a tiempo —me abrazo de nuevo

Nos sentamos en las sillas mientras esperamos a que nos dieran alguna noticia o que Stanford saliera

Todo estaba en silencio, Stan se recargo en mi hombro y no lo detube, esa pude ser yo o uno de ellos por que vamos ¿Quién sospecharía de algo en su propia
habitación?

—Bill eres un maldito —menciono en un susurro que apenas podía oír

—No estamos seguros si fue el, Stan —le dije

—Yo lo estoy, tiene que pagar todo lo que nos está haciendo

—¿Acaso te molestas sus amenazas? —lo levanté del mentón— a mi no me molestan

—Solo dices eso para que no le haga nada

—Realmente me da igual que hagas con el, como si ya no tuvieras suficientes problemas por tu cuenta