Capítulo 20: Rocket.

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POV Poché: 

(+18)

Había terminado de organizar el estudio hace unos veinte minutos, quedaban un par de cajas a los costados de aquella habitación pero decidí dejarlo para mañana ya que estaba cayendo la tarde y sabía que Calle no tardaría mucho en llegar. Tomé una ducha rápida y al salir me envolví en la toalla, dejé mi cabello goteando y me posé frente al espejo. Me coloqué el desodorante, un poco de perfume y salí hacía la habitación, se me hacía extraño no ver la decoración de mi anterior departamento, me llevaría tiempo acostumbrarme. 

Me senté en la cama y tomé el celular comenzando a revisar las notificaciones y mensajes, tenía varios de mis amigos, pero opté por ignorarlos ésta vez, querían reunirse, pero era algo idiota contando con que estábamos a mitad de semana. En el momento que decidí bloquear el celular recibí un mensaje de Calle, sonreí al leer que venía en camino y suspiré, la había echado de menos. 

Decidí no vestirme, caminé en toalla hasta la sala y con una sonrisita pícara comencé a encender un par de velas pequeñas que había encontrado entre las cajas de mudanza, las fui acomodando en el piso asegurando primero a Ramón en el patio y al tener un camino hacia la recamara, apague todas las luces. Al llegar encendí las últimas tres velas, las cuales eran un poco más grandes y aromáticas, solté un suspiro, más le valía llegar rápido. 

Minutos más tarde escuché la puerta, mi corazón comenzó a agitarse, apague con rapidez la luz de la habitación y tomé la toalla entre mis manos, me deshice de ella y sentí como la sangre llegó a mis mejillas, estaba completamente desnuda. Me acerqué a la cama y me recosté en ella, mi respiración comenzó a agitarse cuando escuché la voz de mi novia acompañada de una risa. 

¿Poché? — Llamó. Escuché como los tacones caían al suelo y comenzaba a caminar sin ellos hacía dónde estaba. Mis nervios estaban a flor de piel.

Logré ver cómo abría la puerta y su silueta aparecía entre aquellas luces tenues de las velas, mi corazón dio una vuelta canela dentro de mi pecho. Se acercó lentamente a la cama y me levantó una ceja, ese vestido me alteraba. 

Amor... Dios, qué recibimiento tan... — Me habló levantándome una ceja al apreciar mi desnudez y mordió su labio, ahí supe que había logrado mi cometido.

Me coloqué de rodillas en la cama y me fui acercando a ella, al estar a centímetros tomé su cintura entre mis manos y acerqué mis labios a su rostro, comenzando a dejar un camino de besos desde su mejilla a la comisura de sus labios, soltó un suspiro. Aún conservaba aquel perfume que se había colocado en la mañana, le sentaba tan bien. Con agilidad atrape su labio inferior entre mis dientes y lo jalé hacia mí, soltó una risita. Ninguna de las dos habló, con agilidad me puse de pie y voltee su cuerpo para así quedar de espaldas a mí, aparté su cabello colocándolo en uno de sus hombros y admiré su espalda. Comencé a acariciarla suavemente con la yema de mis dedos hasta llegar a su zona lumbar y esbocé una sonrisa, su espalda me fascinaba. Dejé que mis labios se unieran a aquel juego y comencé a besar su piel suavemente, sintiendo cómo reaccionaba ante el contacto. 

En segundos se volteó y me encaró. Su mirada me dijo lo que ambas callábamos. Soltó una risita maquiavélica y con suavidad me empujó a la cama, caí de espaldas y me quedé apoyada en mis codos, observando cada movimiento que hacía, la vi acercarse al reproductor inalámbrico y al encenderlo tomó rápidamente su celular, buscando una canción, en segundos comenzó a sonar una que conocía desde hace algún tiempo y observé cómo Calle comenzaba a moverse siguiendo el ritmo de Beyoncé - Rocket. Mi respiración comenzó a sentirse pesada. Se acercó al frente de la cama y continuó bailando lentamente, sus manos fueron acariciando su cuerpo y desordenaba su cabello a medida que mi mirada se fijaba en ello. Con suavidad tomó los costados de aquel vestido negro y lo fue bajando poco a poco, hasta dejarlo caer en el suelo. Traía unas bragas de encaje negro y por la forma del vestido era obvio que no usó brassier, así que sus pechos estaban descubiertos, dejándome saber lo mucho que le estaba gustando este momento. 

TENÍAS QUE SER TÚWhere stories live. Discover now