Graduación

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-¡Shirley! ¿En donde esta mi pantalón?

-¡En el tendedero!- grita desde el piso de abajo

-¡Tráemelo!

-¡No seas huevona!

-¡Asshh! ¡Mala!

-¡Gracias!- bajo a toda velocidad las escaleras y agarro mi toalla, salgo a la lavanderia y los decuelgo, como no tengo tiempo me quito la toalla en la cocina y me los voy poniendo mientras voy entrando.

-¡Elenaa! ¡Yo no quiero verte asiii!

-Ja! ¡Ya desearias tu verme asi todos los dias baby!- le digo con una supuesta sensualidad guiñandole un ojo

-Pues el que te quiere ver asi todos los dias soy yo- de repente Ethan se aparece en el marco de la cocina y yo aun estoy con los pantalones por las rodillas, me apresuro a subirmelos y abrocharme el botón- ¿Aun estan asi? Ya era hora de que estuviesen listas

-¡Lo estamos!- decimos al unisono

-Bueno vamonos

-No, espera, tengo que buscar algo- subo corriendo a mi habitación y busco mi estuche de maquillaje y mi perfume y salgo de la casa, camino a la graduacion me maquillo y me pongo perfume, el cual ahogo un poco al Ethan, demasiada vainilla para el pobre.

Dos horas despues, ya tenia mis alas y mi diploma en mano, la emoción no cabe en mi, para festejarlo fuimos a comer todos juntos, pero en la noche Ethan decidio llevarme a " una sorpresa", sorpresa la cual duro muchas horas debido a que aunque ibamos en su avión privado el vuelo ha sido muy largo, el no ha querido decirme a donde vamos y yo he decidido no preguntar mas. Lo que me preocupa es que no tengo ropa, solo la que traigo puesta, más nada, no tengo ni maletas ni nada.

Al día siguiente me despierto en una habitación que no reconozco, salgo del cuarto y me encuentro con una gran casa, bueno.. mansión, todo esta muy callado, bajo las escaleras en busca de alguien y en la planta baja escucho una voz, camino hacia la voz y poco a poco noto que es Ethan, me asomo al marco de lo que parece ser una biblioteca o estudio y el me indica con un dedo que espere un momento.

-Bent hier- cuelga, ¿porque habla en holandés? y habla de mi supongo, porque dijo " está aqui " y no veo a mas nadie aquí aparte de nosotros dos.

-¿Donde estamos?

-En Amsterdam, tú estas en mi casa..

-Ah... vale

-Si..- dice con una sonrisa que me parece un poco escalofriante, nunca lo habia visto sonreir asi, y ojala no lo haga de nuevo.

-¿Y como para que estamos aqui? ¿ A donde me vas a llevar?

- No estamos aqui para pasear Eleana, ¡estás para trabajar!

- No lo entiendo, por si no sabes no puedo empezar a trabajar en un país extranjero, si voy a empezar a trabajar tengo que empezar con una aerolínea de mi país- me pone un dedo en la boca para callarme

-No he dicho que trabajarias de Piloto, eres muy habladora, aqui te va a tocar aprender a callar y a escuchar.

-¿Entonces de que voy a trabajar?- al decir eso un escalofrio me recorre de pies a cabeza, me estoy empezando a asustar, aunque tal vez solo estoy exagerando.

-Cariño eres muy ingenua, crei que al decirte donde trabajaba investigarias si era real el negocio, pero no, tu me creiste asi de simple, esa empresa no existe. Si soy dueño de una empresa, pero es un prostibulo, has escuchado alguna vez de " El barrio rojo"

Asentí

-Bueno, tengo un prostibulo ahi, y me falta alguien para llenar un escaparate, y esa seras tú, pequeña- dice sonriendo tiernamente- Eres mi pequeño maniqui de escaparate, Eleana, y no puedes hacer nada. Eres mia...toda mia...

La vida de una prostituta- Basada en Hechos de la vida realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora