Capítulo 2.

213 19 2
                                    



Capítulo 2.

No entendía ni porque razón me preocupaba, Len actuaba frío siendo distante conmigo, como si yo no le importara, sabiendo bien que yo no le importo, cuando teníamos sexo era como estar con una estatua no gemía no se movía, no hacía nada, ni siquiera parecía disfrutarlo, de alguna manera yo tampoco, sabía que él no me amaba, tampoco siento amarlo, pero una parte de mí... supongo que solo me torturo a mí mismo aun así ¿por qué no se alejaba de mí? Suspire pesadamente me estaba haciendo la mente un lio, estando en mi trabajo en la floristería, me gustaba trabajar aquí, los distintos olores dulces de las flores me hacían sentir bien, feliz y calmado pero hoy no era así, estaba a punto de terminar mi turno.

Pero hoy las flores no hacían el efecto de siempre en mí.

-Kaito –Esa voz junto con el sonido de la campanilla me alegro un poco –

-Gakupo, buenas tardes –le sonreí, cuando escuche su voz fue como si todas mis preocupaciones se marcharán –

-Buenas tardes –respondió devolviéndome la sonrisa mientras apoyaba sus codos en la mesa del mostrador –pronto terminarás tu turno, ¿te gustaría almorzar conmigo?

-Me encantaría –exprese colocando algunas flores en su lugar –

-¡Genial! yo invito así que te espero fuera –me dijo con aquella brillante y hermosa sonrisa, él es un hombre muy atractivo más cuando sonreía el destello de sus ojos combinado con su sonrisa encantadora podría dejar embelesado a cualquiera, a veces me incluía –

-Si –Afirme, para terminar los toques del pedido que tenía –

-Kaito, ya te puedes ir –Escuche decir a mi jefa, Nana ella es muy tierna y amable –

-Gracias, que pases buenas tardes, Nada –exprese, dejando mis utensilios de trabajo en su lugar para despedirme de ella con la mano tomar mis cosas y salir –

-¿Listo? –Menciono Gakupo recostado en su auto yo asentí sonriendo, nos subimos a su deportivo, Gakupo era un empresario, se podría decir que él era muy rico, venía de una familia prestigiosa, aun no comprendía cómo un chico universitario como yo, con aspiraciones a cantante pude hacerse mejor amigo de este hombre –Dime, Kaito ¿Todo está bien? –luego de un rato de silencio habló algo preocupado –

-mh, sí, ¿por qué? –le pregunte –

-Te notó a veces un tanto distraído, metido en tus pensamientos, no estás tan energético... tu sonrisa se nota un poco más apagada como si la forzaras, a veces tus ojos pierden ese brillo tan característico, así que pienso que te está pasando algo –Aquellas palabras me tomaron por sorpresa jamás pensé que se fijara tanto en esos pequeños detalles, en todas mis expresiones, no creía que estuviera tan al tanto de mí –

-. . . ah. . . –No sabía que palabras decir porque tengo entendido que esto le va a molestar, pero más valía ser directo con él a que lo descubriera por su propia cuenta –Hace unas semanas volví con Len –Freno de golpe tan repentino que me fui hacia adelante, mi corazón latía acelerado por ello mirándole desconcertado –

-¡¿Qué?! –Oh, lo sabía –pero... ¿Cómo? –Respondió mientras esperaba que el semáforo que se había tornado rojo pasara a verde, ¿estaba preocupado por mí? ¿Eso que habita en sus ojos es tristeza? –

-No sabría decirte la verdad... es un poco confuso hasta para mí –me mordí la uña un momento intentado pensar manteniendo mi mirada afuera, para suspirar –Estaba sentado en la puerta de mi departamento, sus piernas y brazos lastimados, me dijo que no tenía a donde ir. . . yo. . . no me pude resistir a sus ojos suplicantes, su llanto y su mirada desesperada, le di bienvenida a mi casa, las conversación se dio tan rápida que sin saberlo de un momento a otro ya habíamos vuelto –Narré aquello, alborotándome el cabello un poco ante mi desesperación –

Perderte de nuevo.Where stories live. Discover now