Pasión Italiana (Ya en Físico)

CAPITULO 38

- ¿Crees que seré una buena madre? - le pregunto a Bruno mientras estoy sentada en una de las sillas de la habitación.

- ¿Mi madre ya te ha traumado con lo de los nietos?

- Es que no sé, es decir no soy capaz de cuidarme a mi misma y un bebé.. temo fallar.

- No tienes porque preocuparte por eso, yo cuidaré de los dos, serás una madre perfecta - Dice sonriendome.

-  Pocas veces sonríes y es la sonrisa más hermosa que he visto.

- Tú eres el motivo siempre.

- ¿Me seguirás amando aún cuando pasen los años?

- Jamás te dejaré de amar. Eres lo mejor de mi vita amore.

Rodeo su cuello con mis brazos y lo beso apasionadamente sólo él hace que mi cuerpo tiemble con su simple tacto,que me sienta como la primera vez que lo vi en la habitación del hotel.

Me levanta de un sólo tirón y me apoya en la cama delicadamente, sus ojos azules lucen tan transparentes comos sus sentimientos, no dejo de besarlo de manera lenta,disfrutando cada descarga de adrenalina que me transmite el tenerlo a mi lado.

Paso mis manos suavemente por su camisa y la desabrocho mientras él sólo se queda mirandome como si tuviera en frente a la cosa más perfecta de su vida.

- Te amo - susurro en su oido. - Eres y siempre serás el hombre de mí vida.

- Quiero que está noche sea diferente, quiero amarte como si fuera la primera vez que hacemos el amor.

Sonrió y lo atraigo de nuevo a mi, es la señal para que comience a quitarme la ropa.

Sentirnos el  uno con el otro siempre será para mí la mejor sensación del mundo, el estar en los brazos del hombre que daría la vida por mi, del hombre al cual yo daría la vida por él.

No quiero asustarme, no quiero crearme ideas de que lo perderé, me duele que diga que algún día puede morir, no sabría que hacer sin él.

La mañana llega asomando los rayos del sol sobre nuestra piel, es la mejor imagen que puedo llevarme, el verlo a mi lado y saber que no se ha ido.

- Buenos días  - le digo tocando con mis manos su cabello.

- Buenos días amore mio - Dice sonriente

- Mañana es el gran día.

- ¿Me creerías si te dijera que estoy nervioso?

- ¿Porque tendrías que estarlo?

- Porque no creo que la mujer que tengo al frente me merezca.

- Oye, te mereces más que ser feliz.

- Desde que sea contigo lo seré.

Antes de cambiarme de ropa veo un girasol en l pequeña mesa de noche.

¿Cómo hace para siempre traerlos?

Ambos bajamos una vez cambiados al comedor para desayunar pero me detengo a hablar algo con Simone.

- Simone tu has sido el único que me ayudo cuando llegue a la mansión y el único amigo que hice allí, por eso te quería preguntar si ¿Te gustaría ser quien me entregue a Bruno?

- ¿Qué? señorita Steinfeld, Yo..

- Eres el candidato perfecto.

- ¿Señor usted está de acuerdo con esto? - le pregunta a Bruno.

- No tienes porque pedirme permiso, Camila te esta pidiendo el favor.

- Por los años de trabajo junto a usted don y el respeto que le tengo, será un honor entregar a la mujer que va ser su esposa.