- nada... nada que te importe ¿te puedes quitar de mi camino? – dice de forma grosera como siempre. 

Odio cuando arruina los bellos momentos - eres una persona tan... tan odiosa, pedante y amargada que... que... ¡me estresas! – digo realmente irritada, si tan solo se hubiera quedado callada... pero no! Tenía que abrir la boca y arruinar el momento 

- ¿amargada? ¿YO SOY LA AMARGADA? ¡POR DIOS! si la amarga eres tú, más odiosa no puede ser... si sigues así no encontraras a nadie quien te ame... – esas últimas palabras sí, si que dolieron... 

A veces se deja cegar por el orgullo y no mide sus palabras, bueno ninguna de las dos lo hace 

– pues hay muchos... hay muchos que me quieren así – digo al bajar la cabeza un poco molesta, estos son los momentos que tengo ganas de gritarle que sé muy bien que me ama, pero si lo hago lo negara hasta el final, así que no perderé mi tiempo 

- ¿Cómo Frederick? – dice en tono altanero al cruzar sus brazos y levantar una ceja "¿celos?" 

- COMO ÉL – digo lo más tranquila que puedo para ver su reacción 

- lo sabía... sabía que eras... - dice al apretar sus puños y mirarme con cierta decepción. 

No sé que decirle, más que molesta se ve desilusionada, se despide de su amigo y se va gritando cosas que no alcanzo a entender 

– creo que lo que le dije le entro por un oído y le salió por el otro – dice su amigo al negar con la cabeza 

- ¿ah? – Digo sin entender 

– nada... adiós - dice al entrar al ascensor. 

Entro a mi oficina y me quito el abrigo – debe estar pensando que me acuesto con Frederick... si es así, es capaz de botarlo – digo al colocar los documentos en mi escritorio 

– entre él y yo no ocurre nada... debo hablar con ella – digo al salir y dirigirme a su oficina 

– por favor no entre – dice Diane nerviosa 

– ella y yo tenemos que hablar – digo al escuchar sus gritos – que nadie nos interrumpa – digo antes de girar la perilla y encontrarla tirando todos los documentos de su escritorio 

- ¡QUÉ DEMONIOS TE SUCEDE! –digo al azotar la puerta y cruzar mis brazos - quién te crees que eres? Ah RESPONDEME... – digo al levantar una ceja, no sé que vaya a ocurrir, pero todo tiene un límite y Kara a colmado el mío 

- no tengo que responderte nada, vete de aquí... si


Si seguimos juntas es muy posible que nos matemos – AH QUIERES HABLAR DE "HONESTIDAD"... hablemos entonces, te aseguro que yo no soy ni la mitad de falsa ni buena actriz que eres tú – dice al tomarme fuertemente del brazo 

- ¡SUELTAME! no sabes lo que dices – digo al intentar soltarme, pero es inútil, a pesar de su tamaño es más fuerte que yo 

– ah no sé lo que digo... por que ahora alucino, por que ahora estoy loca ¿verdad? – Dice sarcásticamente al jalonearme – de todas formas quiero que me expliques... quiero que me expliques ¿Por qué diantres vas a mi habitación en las noches y me besas? 

Aquella pregunta resonó una y otra vez en mi cabeza, todo este tiempo ella supo que iba a su habitación... todo este tiempo ella me... 

- yo... - digo al tratar de encontrar las palabras adecuadas... me había descubierto ¿cómo decirle lo que siento? – yo... pues... - digo en tono enervador al sentir su mirada, levanto la vista y me topo con sus hermosos ojos, que a pesar de todo me miran con cierto deseo, cierro mis ojos e impulsivamente me acerco a su rostro hasta probar sus labios "extrañe tanto esto..." pienso al colocar un brazo alrededor de su cuello "vamos, respóndeme" pienso al besar con vehemencia su labio inferior "de verdad que esta molesta" pienso al intentar separarme, pero ella coloca sus manos en mi cadera, acorralándome en la puerta, mientras comienza a besarme con cierta ansiedad y deseo, trato de relajar mi respiración, pero es imposible, me gustan sus besos y más la forma en que esta acariciando mis piernas... 

Mi odiosa Madrastra | SUPERCORPWhere stories live. Discover now