capítulo nueve

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Día 3

Narra Isabella.

Cuando desperté noté que alguien estaba sentado en mi cama, abrí ligeramente un ojo y vi a Gonzalo con su celular.

-¿Que hacés acá?- Pregunté adormilada.

-Espero a tu hermana- Dijo inocente- ¿No le dijiste nada de que desayunaríamos juntos, verdad?

-Me olvidé- Dije haciendo una mueca- ¿Vos le dijiste a Paulo del desayuno?

-Si, me dijo que venía a las once- Dijo recostándose a mi lado.

-¿Estás cómodo?- Pregunté con sarcasmo y él rió para luego asentir- ¿Y mi hermana?

-Cambiándose- Yo miré el reloj. Eran las diez de la mañana, entré al baño y mi hermana ya estaba cambiada y maquillada. Totalmente sonrojada me abrazó.

-¿Y eso?

-Gracias por invitarlo por mi- Dijo feliz. Yo sonreí.

-Sofi, sonó tu celular- Me avisó Gonzalo desde la cama.

-¿Quién es?- Pregunté.

-Tomás.

-¿Tomás?- Me miró mi hermana.

-¿Tomás?- Me pregunté yo sorprendida. Se me hacía extraño que mi ex novio me mandara un mensaje. Salí del baño y tomé mi celular.

"Buenos días, espero que hayas dormido bien. Estoy nervioso por mi cita. ¿Crees que me vaya bien?" yo reí. En ese momento recordé que había agendado al chico desconocido como "Tomás" para que nadie sospechara nada. Me pareció tierno el hecho de que el chico desconocido esté nervioso por alguien y lo admita.

"Buenos días. Justo me estoy por ir a bañar, cuando termino te hablo y me contás de tus nervios!" Le respondí.

Cuando terminé de ducharme lo primero que hice fue secarme las manos y enviarle un mensaje al desconocido. Después de eso, salí envuelta en una toalla pero me sorprendió un poco ver a mi hermana besando a Gonzalo. Me quedé mirándolos y sintiendo un poco de ternura por ellos.

Mi celular vibró en mis manos.

"Nena tardas un montón en bañarte, ¿que onda?" no pude evitar soltar una carcajada. Gonzalo y Sofía se separo rápidamente.

-Yo... eh...- Comenzó a decir nerviosamente mi hermana pero la interrumpí.

-Sofi, ya sos grande, no tenés que pedir permiso para salir con alguien... ¡y menos a mí!- Dije y tanto ella como Gonzalo rieron- Ahora salgan que me tengo que cambiar, el asesino de cámaras debe estar por llegar.

-¿Salís con Paulo?- Preguntó mi hermana.

-No, solo lo invité a desayunar- Dije encogiéndome de hombros y cuando ellos se fueron, respondí el mensaje que me había llegado antes de interrumpir a mi hermana y Gonza.

"Jajaja. Suerte con tu cita. Después hablamos!"

Salí del camarote y dejé una nota en la puerta avisándole a Paulo que estaba al lado, en el camarote de papá. Mi hermano no estaba y mi papá estaba mirando el televisor. Me senté a su lado y lo abracé.

-¿Que querés?- Preguntó él riendo.

-¿De qué hablas?- Pregunté confundida. Él entrecerró los ojos y luego miró la televisión de nuevo.

-Nunca llegás así tan cariñosa a menos que quieras pedirme algo.

-No quiero nada- Dije honestamente- Simplemente estoy de buen humor.

-¿Y por qué ese cambio?- Preguntó de nuevo.

-No arruines el momento, papá. Simplemente me siento feliz. ¿Y Joaquín?

-Está con Sara, la chica que conoció.

-Ah- Sonreí.

Tocaron la puerta y yo estaba por pararme cuando mi papá me detuvo sonriendo y me sonrió.

-¿Que?- Le sonreí yo.

-Extrañaba a mi pequeña Isabella- Me abrazó. Volvieron a tocar.

-¿Quién es?- Pregunté.

-¡Paulo!- Dijo él desde afuera.

-¿Quien?- Dije haciéndome la confundida.

-El asesino de cámaras- Dijo y yo reí.

-Sos mala con él, pobre chico. Portate bien- Me señaló, mientras que yo me levanté y abrí la puerta.

Messages | Paulo Dybala | {Adaptada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora