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—Déjame verte.

Levanté mi cabeza al oír una voz llenar el silencio.

—Estoy justo delante.

—No me refiero a materialmente, quiero verte a ti, quiero ver lo que te hace ser tú.

Mi cabeza se ladeó en confusión, ¿a qué viene todo esto?

—Kihyun, ya sabes todo de mí, sabes mis problemas y todas las cosas oscuras de mi vida. ¿Tienes una pregunta en concreto que quieras hacerme?

Lo observé negar con la cabeza al mismo tiempo que bajaba esta.

—Sigues sin entenderme...

—Explícame.

—Quiero ver al verdadero Changkyun; no a ese que tiene problemas mentales, no a ese que lucha cada día contra todo por que nada lo merece, no a ese que tiene novio ni tampoco al Changkyun feliz ni animado. Quiero verte a ti, quiero ver tu mente, quiero saber cómo piensas, cómo razonas, qué es lo que esa mente tuya hace ahí arriba. No hay nada que tu corazón no me haya enseñado, ahora quiero conocer al verdadero Changkyun, a quien se ocupa de manejar ese lindo cuerpo. Quiero verte y explorarte.

Mi mente en blanco no pudo enlazar si quiera dos palabras juntas, estaba asombrado por lo que acababa de decir. Por que no lo he soñado, ¿o sí?

—Quieres... ¿conocer mi cerebro?

—A ti. —corrigió.

—A mí. —repetí mientras pensaba en qué narices le había picado y en qué le iba a decir.— Muy bien, vamos a adentrarnos en mi mente, ¿te has metido en el cerebro de más personas o eres virgen mentalmente?

Kihyun dejó salir una pequeña sonrisa mientras se levantaba del escritorio y venía hacia la cama.

—También conozco al Changkyun payaso. —acunó mi rostro en sus manos, pude ver el universo entero en sus pupilas.— Déjate mostrar, ¿a qué le tienes miedo? ¿a que te deje de querer? —sentí cómo la distancia era interrumpida por su presencia, lentamente. Probándome.— Siento decirte que es imposible, cielo. Este ángel ya ha perdido sus alas por ti. —sonrió.

Sólo me tomó unos segundos observándolo para que unas ganas tremendas de besarlo me invadieran. Y quién era yo para reprimirme nada.

Miré sus labios, estaban rosados gracias a la piruleta que comió antes. Él miró los míos y antes de poder inclinarme, se los lamió. Un acaloramiento me golpeó de lleno y subí mi vista a sus ojos.

—Si vas a empezar esto, debes saber que no va a haber tiempo de conocer mi mente mientras juegas con mi cuerpo.

Hizo un pequeño puchero:—Vamos, no seas así, ¿vas a decirme que no te apetece? Por que si es el caso, el meterme en tu cuerpo puede esperar su turno en la cola para que me meta en esa cabecita tuya. —me sonrojé al notar el tono juguetón que estaba utilizando.— Algo mío va a ir dentro tuyo, elige qué.

Me guiñó un ojo y se fue apartando poco a poco, como si doliera.

—Piedra, papel o tijeras. —sugerí.

—Vaya, el bebé Changkyun ha salido a jugar, vamos sumando.

—El bebé Changkyun siempre está aquí, yo entero soy el bebé. Y los bebés necesitan mimos y mucho amor.

Su rostro se suavizó y se pudo apreciar un pequeño brillo en sus ojos.

—Si mi bebé quiere mimos, mimos tendrá. —recorrió mi torso con sus brazos y dejé de sentir la acolchada cama para sentir sus piernas.— ¿Qué clase de mimos prefiere el nene? ¿Quiere besitos? o ¿abrazos quizás? ¡No, ya lo tengo! ¿Quiere mi pequeño tumbarse encima mientras le acaricio la espalda y la cabeza luego de muchos besitos?

Asentí entusiasmado tras dejar que una enorme sonrisa llenara mi cara. Amaba los mimos, y más si son de osito.

—Quiero mimitos de osito.

Siempre que Gwihyunnie me da mimos, me envuelve en sus brazos y llena de amor, besitos y caricias, tal como una mamá oso cuida a su cría, de ahí que le pusiera ese nombre.

—Ya habrá tiempo de buscar en esa cajita de sorpresa que tienes por cabeza, ahora mismo lo más importante eres tú, amor.

Tras esas palabras me agarró de la cintura y se tumbó en el colchón, quedando yo completamente encima, me besó la nariz y la frente después de susurrarme un 'te quiero' y comenzó con las caricias por cada parte de mi cuerpo que estaba a su alcance.

—Si quieres ver en mi mente, mírate al espejo y verás qué es lo que pienso cada minuto de cada hora desde que te tengo en mi vida. —susurré antes de que ambos cayéramos en los brazos de Morfeo.



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holi otra vez, siento si ha quedado un poco infantil o si no encaja muy bien con la personalidad de Kyunnie pero se me ocurrió esto y no podía no escribirlo

además es un baby boy nothing new

gracias por leer 💛

broken »changki« Where stories live. Discover now