Capitulo Numero 11

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Pov's Federico.

Luego de esa escena con Brook, sólo me impulse a irme de allí sin recitar una palabra ni una mirada. Estaba en completo shock. Me dirigí al campus, me senté abajo de un gran árbol a pensar. ¿Como era posible todo esto?
¡Fui engañado por una rubia, con todos los estereotipos que odio sólo para aprovecharse de mi! ¡Lo había echo sólo para impresionarme! Estaba indignado. Furioso. Pero a la vez, tuve en frente a la chica que de verdad me enamoré, y esta vez era enserio. Era ella. A menos que sea un clon, pero no creo que lo sea. ¿no?
Mi cabeza era un desastre. Mucha información junta. Ahora por supuesto le deberia quedar claro a Milagros que terminamos. No se lo perdonaría jamás. Y por otro lado, me va a tocar encarar a Brook y eso me llena de felicidad, haré todo lo posible para conquistarla.

Milagros se acerca.

P: Federico...Yo...
-No, Milagros. No quiero saber nada de ti. No soportaré que una rubia hueca como tú me haya mentido de tal forma. Adiós. Y noe vuelvas a hablar ¿entendido?

Me retiré.

Seguí mi rumbo a clases ¿Tendría clases con Brook?

Pov's Rocio.

¡Hey, Brooke! ¿nos sacamos una foto? ¡Te admiro! ¡Hey linda!
Todos me rodearon en un momento, pero llegó la salvación para mi; Federico.
-Dejen de molestarla. ¿Si?.- todos ascintieron y se fueron.
El poder del badboy.-dije y ambos reíamos.
Wow, si le hubiera dicho esto siendo Rocio me hubiera insultado.
Federico: ¿Que clases tienes ahora?
-Eh, creo que comunicación. ¿Por?
F: Igual que yo, ¿Quieres que nos sentemos juntos?

QUEEEE, ¿Federico quiere sentarse conmigo? No puedo creerlo.
Ah, cierto, Rocio. No olvides que está enamorado de Brook, no de ti.

-Si, cla...claro.-dije.
No sabia si esto iba a resultar o no.
Pero por el momento me gustaba.
Todas las miradas se posaban en nosotros. Y claro, hace unas horas Federico estaba agarrado de la mano de Milagros, Brook no existía y de un momento el badboy está conmigo. Y bueno señores, la vida es así. Da tantas vueltas.- Rei.

Compartimos la clase muy normal. Hasta que le hablé de Rocio.

-Ugh, extraño mucho a Rocio. Pero está enferma...
F: ¿Que tiene?
-Creo que anda con anginas. Hace un rato me había mandado un mensaje.
F: Que mal, espero que se mejore.
-¿Y porqué no te hablas con ella?
F: No lo sé. Somos diferentes, no hay comunicación y bueno, tampoco me interesa hablarle.

Auch. Eso dolió.
-Es una chica muy simpática, ¿Tan mal te cae?
F: No me cae mal. Bueno, me caía mal. No sé. Ahora me da igual, no es alguien a quién quiera ni odie.
-wow. Si que eres de mente cerrada. Y dime ¿Porqué tanto interés en hablarme a mi? Me dijeron que odias las chicas con ropa rosa, maquilladas y en tacones. Y hellooo, ¡Mirame! Tengo todo lo que no te gustaría en una chica para ser tu amiga.
F: Contigo es diferente. Pero no es hora de hablar de eso.
-Quiero saber.
F: Luego. Recién te conozco, es decir, recién puedo hablar contigo después de dos años que cantas aquí.
-Entiendo.

El timbre sonó, me dirigí al baño, agh no soporto estos tacones mañana vendré más casual.

Estaba retocando el labial hasta que Milagros entró a los gritos.

M: ¡Que quieres Rocio! ¡por que me jodes la vida así!
-¿Perdón?
M: Perdón al diablo. ¡Eres una Perra!
-La Perra de aquí eres tú Milagros. Sabías que Federico me gustó siempre y aún así no te importó, te hiciste pasar por mi para tener su atención por que sabías que siendo auténtica no te daría ni la más mínima atención. Eso es ser perra, Milagros. Fallarle a una amiga, y no ser vos misma. Así que no me molestes.
M: Les diré a todos que eres Rocio.
-Hazlo. Nadie te creerá. El director y profesores no dejaran que te intrometas, adoran mi trabajo en el festival. Además, ja. ¿Te pondrás tu en ridículo? No olvides que te hiciste pasar por mí. Ya eres la mentirosa del instituto. Bye, cariño.

Sin decir más, me retiré.

Amaba callar a la gente.

Recordé que hoy por la tarde tenía que encontrarme con Mathias en el parque nacional. ¿Porqué querría verme?

La jornada terminó. Al fin estoy en casa.
Regla número uno: NO volver ir de tacones al colegio.
Me saqué toda esa ropa de barbie. Nunca más.
Me puse comoda y me eché un rato en mi cama. En un rato me alistaré para ir a verme con Mathias.

17:00hs.

Bien, tenía media hora para arreglarme y llegar al parque.

Me puse unos jeans; uno tenis y una remera(sudadera depende de donde sean) de pink floyd, até mi cabello en una cola alta y sólo me maquille un poco. Estaba lista.

Al ir recién por la primera cuadra, pum.

Topé con alguien muy interesante.

FEDERICO.

F: Hey Rocio
-Federico...
F:¿No estabas con anginas?
Diablos. Pensé.
-eeeh si eso creía pero sólo era un dolor de garganta.
F: Hoy fue brook al colegio.
-Si, eee sabía que ibas a estar con ella. Me dijo que eres mente cerrada. Reí
F: Digamos, reía.
-Te noto raro ¿Estás feliz? Reí.
F: Si, puede ser. Es que estuve un montón de tiempo esperando este momento, de...Verla.
-¿Te gusta mucho verdad?
F: ¿Porqué lo dices?
-Te brillan los ojos cuando la nombras
F: ¿De verdad? Bueno en realidad si, me gustó siempre y ahora que la conocí me siento no sé, enamorado. -Largó una risita. Por favor no se lo digas ¿si?
-Está bien. Oye, estoy apurada. Nos vemos.
Me di vuelta y seguí mi camino al parque.

Federico estaba completamente enamorado de Brook, estaba enamorado de mi sin saber que soy yo.

Si mis miedos no me dominaran, estaría enamorado de Rocio. No de brook.



La del antifaz|| Federico vigevaniWhere stories live. Discover now