VII

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Cuando Kaminari vió a Kirishima al otro lado del balcón, en su alcoba, su primer pensamiento fue
<<Mierda>>
probablemente, esa era la palabra que explicaba todo el nerviosismo acumulado en ese momento, definitivamente no quería volver a encontraselo.

O eso se dijo, pero sus acciones (y sentimientos) lo contradicieron por completo cuando esa misma noche, se encontró abrazado a una almohada pensando en los lindos momentos que pasaron juntos.
No lloró, al contrario, al recordar, una sonrisa era presente. Eso fue lo que más lo asustó.

Aún cuando Eijirou no lo veía, el se percataba de lo que hacía y a dónde iba, la única razón de esto era para evitarlo, según le decía a Jirou, pero el pelirrojo era muy torpe para notarlo.

Luego estuvo lo de Bakougo; durante todo su tiempo en la UA, notaba cierta cercanía entre ellos dos, probablemente, si el no hubiese estado ahí, y la situación fuese otra, ellos dos hubieran salido en cualquier momento. Por lo que cuando oyó a Kirishima bromear con Katsuki de manera amistosa-romántica, sintió que estorbo todo el tiempo, y que entre ellos, si hubo esa tensión que se imaginó todo el tiempo.
Esa misma hora, rompió en llanto y en arrepentimiento.

Se sentía patético, llorando por su ex-novio de hace años, que se supone, ya había superado.

Afortunadamente (o quizá no), el pelirrojo explicó el malentendido, haciendo que se sienta aún más patético que anteriormente.
<<Que horror conmigo, ¿que me pasa?>>.

Descartaba por completo la opción de que se enamorasé nuevamente de Kirishima, pues no era como la primera vez, todo lindo, lleno de flores, con el sentimiento cálido en el pecho, y feliz a todo momento.

Era todo lo contrario.
Probablemente, en vez de volver a enamorarse, simplemente se daba cuenta que siempre siguió enamorado.

[• • •]

Eijirou luchaba con flojera contra un villano pantanoso que se le había aparecido a un niño de camino a casa, no era más que algo rápido, por lo que lo derrotó en el tiempo que el niño corría a esconderse.

Se limpió sin asco su traje, y tomó la mochila del niño, la cual estaba arruinada por la liquidez.
Caminó con tranquilidad, encontrandose con unos ojitos curiosos que lo observaban detrás de un bote de basura.

-Ten pequeño, -lo llamó con dulzura- esto es tuyo, ¿no?.

El niño entrecerró los ojos, y salió de su escondite.
-¿Me puede firmar mis libretas?.-preguntó, admirando sin pena alguna, los músculos de Kirishima.

-Claro, pero, ¿no están ya arruinadas?.-le preguntó, dándole la mochila.

-No lo creo, cubró con una bolsa de plástico mis útiles y libretas para que no me las mojen los niños a los que les caigo mal.-Dijo de forma orgullosa, sacando una de sus libretas, y dandole a observar el buen estado en el que se encontraban.

Eijirou rascó su nuca, nerviso a lo recién oído.
-¿Quieres venir conmigo?, conocerás a muchos héroes más.-le ofreció, pensando en que Katsuki o Izuku hablaran con el, y le enseñaran a defenderse, o algo.

El niño asintió, emocionado.
Tomó la mano de Eijirou y empezó a caminar a su lado con una sonrisa enorme abarcando su rostro.

Kirishima se sintió extrañamente orgulloso, luchar con villanos era algo que le habían enseñado a hacer en sus años de estudio, pero lidiar con los problemas de una persona, con sus propios villanos, era algo que quería aprender.
Infló el pecho mientras inhalaba, exhalando con una sonrisa.

-Por favor, no seas un pervertido, mamá dice que son malos.

[• • •]

Denki golpeteaba sus dedos de la mano derecha contra su mesa, su rostro mostraba una notable impaciencia, tenía su cabeza apoyada en su mano izquierda, y se veía bastante alerta, aún cuando sus ojos denotaban cansancio absoluto.

Soltó un suspiro frustrado, cambiando de posición al cruzar los brazos y recargar la espalda completamente en la silla, balanceándose levemente hacía atrás.

Sus posiciones no duraban más de 5 minutos, posiblemente ni 2. Pero estaba cansado, aburrido, frustado, y preocupado.

Sus ambarinos ojos estaban directo a la alcoba de al frente, la cual no había tenido la luz prendida desde que empezó a anochecer, y obviamente, no había nadie en casa.

Pensó en llamar, sin embargo, no tenía el número celular del pelirrojo, ni ninguna de su red social, a reproches, saltó el pequeño espacio que lo separaba de su alcoba, y vió a escondidas entre las cortinas de su vecino.

Pero no pasó ni 1 minuto para que se oyese dentro el sonido de la perilla abriéndose, haciendo que entrase en pánico, e intentara correr hacia su propia alcoba, sin embargo, en su torpeza tropezó con un pequeño cactus, cayendo de frente, con el trasero en alto.

Sus mejillas se colorearon fuertemente al oír la puerta de vidrio abrirse.

-Oí, Kirishima, Kaminari esta listo para entregarte el culo.

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Epale, epale, el Kiribaku indirecto que puse xd

Estuve escribiendo en mi cel, por lo que no tuve el guioncito, luego lo edito:,v

Alcoba. {KiriKami Fanfic}Where stories live. Discover now