Quedate (gay)

Capitulo 1: Separados

Las montañas rugen, se contemplan en un solo momento, los mares se unen y los lagos se separan, el amor es divido en secciones y esclavizado al antojo de los demás.

–¡Corre! –Grito pero la policía ya está aquí

Las pisadas son largas y decididas, saco las esposas de mi bolso y me alisto a lo hecho

–¿Estás listo? –Menciona mirándome a los ojos, unos ojos llenos de luz, unos en los que mi mundo se siente más a gusto, lo tomo de la mano y siento todo su amor junto a mí

–“Quédate” –Susurro

–Siempre….

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10 años antes: “Narra Alba”

La vida en este lugar es magnífico, del capo a la ciudad ha sido un gran cambio, nos mudamos por el nuevo trabajo de mi esposo, es entrenador de atletas en natación, y yo doctora de uno de los mejores hospitales de la ciudad, acoplarnos a este nuevo cambio será difícil, pero con la compañía de mis hijos, podre guiarme.

Tengo dos hermosos hijos: “Connor” y “James”, ellos son mis suplemento de la vida, James es el mayor, apenas con nueve años, mientras que Connor apenas seis, mudarnos ha sido aliviado para la familia, quiero tener un control en esta familia como lo he tenido siempre, quiero que esta familia se mejore

El día de mi descanso, aprovecho para terminar de desempacar las cosas, encuentro unas fotografías de James cuando había nacido, esos ojos marrones que siempre ha tenido y su cabello lacio como el de su padre; por otra parte Connor salió a mí, ojos claros como la miel y cabello rizado

–¡Mamá! –grita James corriendo por la sala, Connor lo persigue con una pistola de agua

–Te mojare –Dice la voz inocente de Connor

–Tengan cuidado niños –Los miro salir al patio y me giro hacia la ventana, juegan y corren como si no hubiera mañana, desde hace más de un año que son inseparables, hacen todo juntos, sonrío para mí

La tarde cae y los niños se bañan juntos, juegan una aventura espacial en la bañera, son como uno solo, con las mismas ideas y los mismos gustos, los saco de la bañera y los mando a dormir; camino por la casa arreglando los últimos detalles de la mudanza y escucho algo en la recamara de los niños

–¡Basta James! –Dice Connor –¡Ya no me hagas cosquillas!

–Para que aprendas a que el mayor siempre manda –Contesta James

Me recargo tras la puerta y observo la escena, James deja a Connor y este se recarga sobre su pecho, ambos niños ríen y se abrazan

–¡Descansa hermanito! –Dice James y deja un corto beso en la frente de Connor

Me retiro del lugar y me doy cuenta que una hermandad como esa, será muy fuerte y grande, tengo unos hijos maravillosos.

La mañana siguiente salimos de paseo, subo a Connor que aun duerme pero James decide cargarlo hasta el carro, una vez dentro Greg (mi esposo) arranca el carro y entramos a una carretera, el camino es largo y me volteo para asegurarme de que los niños estén bien, el pequeño Connor aun duerme y esta recargado en el hombro de James, el cual solo agita sus rizos que tiene el menor

Llegamos hasta una cerca y estacionamos el carro afuera de ella, entramos despacio y llagamos hasta una casa vieja y rustica

–¡Tío Agustín! –grita James y corre hacia los brazos de su tío (hermano de Greg)