47: Carol (Visitas #7)

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Cuando los chicos terminan de poner los pasteles en el refrigerador Capricornio se acerca a su abuela.

—Abuela, teníamos planeado ir a comer a Xi, ¿te gustaría acompañarnos?

—Claro, sería un buen momento para conocerlos a todos.

Despues de un largo camino por culpa de los sermones de Capricornio los chicos llegan al restaurante. Al entrar todos miran hacia el lugar como turistas, sus miradas se fijan en la gran fuente de agua frente a ellos.

—¿Ya viste?—Sagitario codea a Ofiuco—. Mira todos esos billetes y las monedas.

—Oh, ¡tortugas!—Piscis corre a la orilla de la fuente—. Son tan lindas.

—Mira, hay un billete de cinco dólares ahí—Tauro le comenta a Sagitario.

—Hay uno de veinte allá arriba—Leo señala.

—Imaginate cuánto dinero podríamos sacar de aquí—musita el toro.

—Oh no—Ofiuco niega alejándose de ellos—. Esto me da mala espina, mejor me voy con los demás.

—¿Estás pensando lo mismo que yo?—Sagitario lo mira con complicidad acercándose a la orilla de la fuente.

—Las grandes mentes piensan igual—alza una ceja.

—Que están pensando ustedes dos—Escorpio se interpone entre ellos con los brazos cruzados—. Sospechoso.

—Nada—Tauro niega asustado.

—¿Qué rayos? Ofiuco se llevó a Cáncer al baño— Sagitario dice señalando detrás del escorpión y abre la boca incrédulo.

—¿Qué?—el pelinegro voltea como una fiera y camina a toda prisa—. Maldito, sólo espera que llegue ahí.

—Listo, hagamos rápido antes de que se de cuenta que era mentira y venga a matarme—le dice Sagitario a Tauro.

—¿Tienes un plan?

—No, pero normalmente nunca tengo uno—el chico dice y se quita los zapatos.

...

—¡No puedo creerlo!—Capricornio repite furioso entrado a la casa como alma que se la lleva el diablo.

—Oye tra-

—¡No me pidas que me tranquilice, Virgo! ¡Esto es el colmo! ¡Vetados de por vida! ¡Tienen suerte de que no se los haya llevado la policía!

—Capr-

—¡¿A quién en su sano juicio se le ocurre tratar de escalar una fuente para agarra un billete?!

—En mi defensa era un billete de veinte—dice Sagitario.

—¡Cállate!—Le grita Capricornio y el arquero en enseguida cierra la boca y regresa la mirada hacia el suelo.

—Creo que necesitas contar hasta diez—habla de nuevo Virgo en su intento por tranquilizarlo.

El chico frunce el ceño y agarra a Sagitario y a Tauro de el cuello de sus camisas empapadas arrastrandolos a la puerta del patio para empujarlos afuera.

—Ustedes se quedarán aquí hasta previo aviso.

—¡No puedes dejarnos aquí! ¡Estamos mojados, nos vamos a enfermar!—reniega Tauro.

—Eso debieron pensar cuando saltaron a esa fuente.

—Estás yendo un poco lejos—Cáncer frunce el ceño.

—¿Quieres irte con ellos?

—N-no.

—Ya se le pasará—Leo le murmura a Cáncer—. Le doy diez minutos.

La casa del Zodiaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora