Mi Vida

3 0 0
                                    


Cuando veas lo que de verdad te hace feliz, lo que de verdad está ahí, lo que en un acto te haga levantarte, no lo dejes escapar, porque nadie quiere arrepentirse el resto de su vida.

Y quiero hacer un post entero sólo para sentir, improvisar y por supuesto disfrutar.

Hablemos de fútbol, lo primero para quien no sepa que es, el fútbol no es correr detrás de un balón, igual que leer no es seguir palabras por un papel o el tenis no es pasarse una pelota amarilla con raquetas.

Dicho todo esto, el fútbol, es de las pocas cosas que me dejan sin palabras, en realidad sólo hay dos pero hoy le toca al fútbol la otra ya se da por aludida, a ver, que quede claro:

- No corro detrás de una pelota, dirijo un juego

- No intento meterla entre tres palos y una red, disfruto pasando.

Y bueno en el fútbol he pasado por muchas cosas, pero acabo de empezar, fútbol es dirigir, pasar, chutar, marcar y sobretodo fallar, fallar y volver a fallar, pero lo que hace grande este deporte es la manera en la que te levantas

Y unos meses atrás descubrí el porque me gusta el fútbol por dos sencillas razones:

- Porque cuando piso un campo lo olvido todo y sólo esa persona que me deja sin palabras ha sido capaz de hacer que piense en otra cosa.

- Porque es un deporte justo, quien más se esfuerza es el que más consigue, siempre, y me gusta pensar que la persona que me ve piense y vea que lo estoy dejando todo.

Esas son las dos razones y bueno lo más importante, DISFRUTO CON ELLO.

Por el fútbol he sufrido, he disfrutado, he llorado, he reído y he amado y lo mejor de todo es que sigo haciendo todo eso, sigo siendo un niño con zapatos nuevos cuando me dan un balón. Lo más bonito que hay en el fútbol son tres cosas: un buen control con el balón, un pase entrelineas y una sonrisa con un balón.

Me encanta todo eso, sigo siendo el chaval que pierde un partido y está un par de días mal, soy competitivo, soy ese chaval que juega lesionado, he llegado a jugar con contracturas y con un esguince en el tobillo 80 minutos , porque amo tanto el fútbol que cualquier esfuerzo es poco, cuando quiero a algo o a alguien cualquier esfuerzo es poco.

Y desde pequeño siempre he sido un niño con un balón, siempre, soy de los que cuando acaban mal un entrenamiento sale el último del campo, de los que ven muchísimos vídeos de fútbol, soy el que se ve la final del mundial una y otra y otra vez, el que se sabe muchísimas jugadas de memoria, el que ríe teniendo un balón y el que aun teniendo una escayola se hace toques con la pierna izquierda hasta que los haga bien, el que se cae con las muletas porque estaba chutando y se ríe.

El que siente una impotencia increíble porque no puede jugar, el que se pasa las noches viendo vídeos para aprender, el que no para de practicar hasta que el balón pega en el larguero, hasta que mi cuerpo aguante y mi mente tenga que sostenerlo.

Como dijo el gran Luís Aragonés:

"Ganar, ganar y ganar y volver a ganar, ganar y ganar, eso es el fútbol'

La vida es bonita.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 03, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora