- No te burles de mi, idiota.

No, no puede ser ¿este es el final? Bruno se irá, no quiero eso, morirá, morirá a manos de Maksim.

- Ella se dará cuenta, cuando ya no me vea. Sólo hazlo.

- ¿Es eso verdad? - respondo saliendo de mi escondite.

- Camila..

- Bruno no, por favor..

- Conoces mi vida, conoces mis sombras, y conoces el hombre que soy. Este soy yo y es el que siempre voy a ser.

- Me niego a que te vayas, no lo hagas.

- Ni siquiera tu me detendrás.

- ¿Que sucedió? Estábamos bien, estaba feliz,porque estabas a mi lado. ¡Lo estaba!- subo a nuestra  habitación y encuentro mi equipaje encima de la cama.

Poco después Bruno entra en ella.

- ¡¿Qué es esto?! -le grito

- Te irás Camila, te irás de la mansión.

- ¿Me echas? ¿Me sacas de tu vida? Lo estas haciendo de nuevo.. renuncias a nosotros.

- Lo de hoy no permitiré que vuelva a suceder, pudo ser peor, lo nuestro termina acá. Hay un apartamento,esta a tu nombre, vive allí, hice una cuenta bancaria para ti.

- No necesito tu dinero.

- Haz lo que te pido. Estarás más segura.

- ¿No me amas? - Digo con lágrimas. - Dime que no me amas y me iré.

Bruno no responde nada, sólo sale de la habitación y baja las escaleras. Mientras salgo detrás de él.

- ¡Dime jodido imbécil! ¿No me amas?

Voltea su vista hacia mi, se acerca hasta donde estoy, me toma por los hombros y me da una fuerte sacudida.

- ¡Reacciona Camila! Te estoy ofreciendo una vida lejos de mi, soy un peligro para ti, haz una vida lejos de mí, casate, ten una familia y se feliz.Feliz sin mí.

- ¡No! - sollozo-. Tú eres mí felicidad.

- ¡Soy tu perdición!- Dice de manera fría.

- Te amo Bruno - lo tomo por su brazo para detenerlo pero él me suelta.

- Amos, sostenla.

- ¿A donde vas?

- Simone, prepara el auto, iremos al aeropuerto.

- Te matará si vas a Rusia, ¡te matará!

- No puedo llevarte conmigo Camila, te dije que eras lo único bueno que poseía en mi vida y lo seguirás siendo, nos veremos en esta vida o en la otra - Dice avanzando a la salida.

- ¡Idiota! ¡Eres un idiota!- le grito pero él no voltea su vista hacía la mía. -  ¡Sueltame! - le grito al hombre que me sostiene.

- Adiós dea - Dice dandome una leve sonrisa dibujada en sus labios, mientras veo como el auto desaparece.

Me derrumbo en el suelo, mis lágrimas caen y empapan mi vestido que antes era de color rosa, ahora luce como si estuviera bajo la lluvia, solo que son lágrimas las que lo han arruinado. 

Se fue, mi peor temor se hizo realidad, una parte de mi quiere deletrearme las palabras "Lo sabías" y la otra "Es el fin"

- Señorita vamos, el jefe me pidió que la llevará a su apartamento.

No respondo nada, estoy en total shock, me cuesta creer las palabras que me ha dicho.

Me cuesta creer que se ha ido, que sea lo que tuviéramos,se ha acabado. Ni siquiera soy consciente en que momento subo al auto, menos el momento en el que el auto aparca en lo que ahora sera mi hogar.

Los hombres de Bruno bajan mi maleta y me obligan a subir al elevador, el cual se detiene en el Penthouse, al entrar en el apartamento veo que esta completamente amoblado, luce fino. Pero no le doy importancia a nada, solo me limito a sentarme en un sillón y a fijar mi vista en un sólo punto. El suelo.

- Esta es la tarjeta y el número de cuenta signorina - interviene Amos sacandome de mis pensamientos.

Asiento y la tomo en mis manos.

- Yo la seguiré protegiendo, hasta que el Don de la orden.

- De acuerdo - es lo único que mis labios se atreven a decir.

- Estaré afuera en la puerta, por si me necesita- Dice saliendo de allí.

Tomo mi maleta por inercia y me dirijo al primer cuarto que veo, la tiro sobre la enorme cama que hay allí y me quito la ropa totalmente,para después meterme a la ducha.

Dejo que el agua recorra mi cuerpo, como si con agua fría, solucionara todo, como si sintiéndola sobre mi piel, me hiciera la idea de que no es un sueño lo que pasa, que es la triste realidad, una realidad para la cual no estaba preparada, una que no esperaba.

Me arrodillo y abrazo mis manos a mis piernas, dejando que mis lágrimas caigan, grito de dolor, grito de tristeza,de rabia conmigo misma, de rabia con el destino.

He vuelto a ser la misma chica solitaria, la misma triste mucama de hace tres años, aquella que su madre echo de la casa, la que desde hace tiempo dejo de ser feliz y de sonreír.

La felicidad se esfuma tan rápido y dura tan poco, las cosas buenas en mi vida tienden a desaparecer o  abandonarme, las cosas buenas en mi vida ha sido pocas, las cosas buenas en mi vida llevan nombres de personas.

Y una de ellas es Bruno, Bruno Lombardi.

Ha sido lo mejor, lo que más me ha hecho feliz en el mundo y ahora es lo mismo que me hace infeliz en este momento.

¿Irónico no?

¿Es esto el amor? ¿El alejarse, el dejar ir a las personas, el elegir lo mejor para ellas aún cuando se te rompa el corazón?

No lo sé, supongo que lo es, porque duele, todo esto duele, atraviesa mi alma, mi corazón y mi ser.

Hubiera preferido que me dispararan a sentir este vacío y está tristeza.

Ahora la única y última imagen que guardo de él, es despidiéndose de mi.

Y sus palabras resuenan en mi cabeza.

"Nos veremos en esta vida o en la otra"

"Nos veremos en esta vida o en la otra"

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Pasión Italiana (Ya en Físico)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin