Bruno Lombardi. Frío,calculador y el hombre más poderoso de la mafia italiana, su mundo gira en reglas que nadie se atreve a romper, porque las hará cumplir a como de lugar,un experto en seducción, ninguna mujer se resiste a él.
Camila Steinfeld es...
- Esa basura.. - dice apretando sus puños. - Esa basura, es más lista de lo que creí, me tendió una trampa, fui y sus hombres me atacaron,por suerte Simone y los demás lograron encargarse.
- Te dije que era peligroso, te adverti y no me escuchaste, hombre te matara si sigues con esto. ¿Hay algo que pueda hacer por ti?
- No te preocupes, me encargo yo.
- No me pidas eso.
- Acá la única que me preocupas eres tú. ¿En qué pensabas dejando de comer por Dio (Dios) ?
- Eso no importa, sólo quería verte entrar por esa puerta.
- No vuelvas a cometer esa estupidez. La salud no se descuida de esa manera.
Bruno se quita sus zapatos y se acomoda a mi lado.
- ¿Qué haces? - Digo mientras apoya mi cabeza a su pecho.
- Me quedaré toda la noche contigo - Dice dándome una sonrisa.
- Pero.. dijiste que...
- Eres más importante amore (Amor)
- ¿Alguna vez despertaremos así el uno con el otro? ¿Sin yo esperarte,sin que desaparezcas por la mañana?
- Quisiera prometerte eso, pero no podría asegurartelo.
Los días pasan y se que Bruno aún sigue con su objetivo de encontrar a Maksim, y eso implica ir y arriesgarse a que lo maten, ya una vez fue a donde se suponía que estaba y resultó ser una trampa.
Todos estos días ha estado hablando con su amigo Giorgio, al parecer se encuentra en New York por negocios.
Quiero ayudarlo,porque no quiero que le sucede nada,así que se me ocurre una idea, aprovecho que esta en su oficina y me acerco hasta donde está Simone para preguntarle algo.
- Simone tu sabes teléfono del señor Bonatti ¿verdad?
- Señorita..
- Por favor, damelo.
- Señorita Steinfeld, al jefe no le gustara involucrarla en esto.
- Giorgio es su amigo, Bruno me dijo que estaba acá, sabes que Maksim es peligroso si sigue yéndose sin nadie a su lado quelo respalde,lo matará, si Giorgio lo ayuda serán mas contra Maksim.
- Esta bien - bufa-. Se lo daré.
- Gracias.
Una vez Simone me da el teléfono de Giorgio me contacto con él y acordamos vernos en la cafetería de un centro comercial.
(...)
Estoy esperando a Giorgio cuando lo veo entrar a la cafetería, tiene unos lentes de sol totalmente oscuros y capta la atención de las mujeres que están allí, al igual que Bruno es elegante al vestirse.
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