Capítulo 5: Vacío

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Me desperté a las siete menos cuarto. Todo me parecía muy raro. El tiempo no me parecía igual, estaba descontrolado.
Ya solo quedaban dos días de fiesta. No sabía decir si desear que no acabase nunca o que terminara ya.
Me desperté con mal cuerpo, me decidí ir por el mismo camino del día anterior, al final tenía su encanto.
Volví a ver al señor de la otra vez. Leía el mismo libro. Me vio, y se extrañó. Parece que no pasara nadie por el camino porque cada vez hay más hojas y basura que dejan, y que nadie recoge.

Finalmente rompió el silencio con un"Hola".
Le respondí con la misma palabra. Aparte de eso nada más.
Decidí volver ya, esta vez me fui antes que él. No tenía nada que hacer así que decidí ir a un supermercado y después ir a casa de Meireles por si quería quedar.

Por desgracia me encontré por el camino con Murme. Me miró de reojo y pasó de largo. Cuando llegué a su casa resulta que estaba en un pueblo cercano por lo que no quedaría ese día tampoco. Como no había nada que hacer solo daba vueltas por las calles una y otra vez.

Cuando estaba por la calle mayor pasaba algo extraño, no había nadie, solo una persona. Pasada la calle pasó algo, de repente un tramo estaba en blanco y negro, y el tiempo seguía en movimiento, no se paraba.
Me quedé muy extrañado, pero seguía una pregunta rondando por mi cabeza,¿Quien es?.

Acabado ese pequeño tramo todo estaba igual. Cuando volvió el color volvieron también las personas. De repente había bastante gente en las calles. No sabía si esperaban para salir o me pasaba algo. Las dos cosas las tomaba igualmente improbables.

A parte de eso no pasó nada más. Un día nuevo.

Deformación de la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora