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"El vecino nuevo y escandalosos amigos."
Mi abuela pegó un grito cuando Donghyuck apareció por detrás de ella para asustarla. Mi amigo rió por la reacción de mi abuela para luego devolverse a donde estaba Mark y yo.
—¡Son demonios! —gritó mi abuela refiriéndose a Donghyuck y Mark. Estos se miraron y luego se carcajearon.
—Abuela, son sólo bromas —la miré con dulzura, pero ella negaba con su cabeza.
—No son bromas, ellos tienen maldad en sus cuerpos y mentes.
Desde que conocí a los chicos, mi abuela había pensado eso, siempre los había odiado y regañado. Ciertamente, mi abuela no era de encariñarse con mucha gente, ni ser muy agradable y de mis pocos amigos sólo le había agradado la hermana de Donghyuck, Goeun y en su tiempo Jaemin.
—Bueno, es mejor que nos vayamos —di por terminada la pequeña pelea que había comenzado. Tomé mi bolso y salí de casa, seguida por mis amigos.
Ambos iban carcajéandose y fue así hasta que llegamos a la casa de Mark que quedaba a solamente cinco casas de la mía.
—Es genial molestar a tu abuela —dijo Donghyuck tirándose al sillón. Me senté a su lado rodando los ojos.
—Ya no tiene la misma edad que cuando éramos pequeños, tienes que tener cuidado al asustarla —regañé a Donghyuck y este rió.
—Es triste cuando dices eso —añadió Mark sentándose a mi lado. Lo miré frunciendo el ceño para que prosiguiera—. Es nuestro último año, pensar que nos conocimos cuando éramos tontos y muy feos.
—Habla por ti —le dijo Donghyuck alzando ambas manos.
Me reí ante la acción del castaño, pero igual me pusé a pensar lo dicho por Mark. Habían pasado años y en todo ese tiempo habían pasado un montón de cosas, parecía tan extraña la manera en que el tiempo pasaba y las cosas cambiaban.
—También tengo una buena noticia —Mark se paró del sillón a tomar su celular que había dejado en la mesa de centro y comenzó a buscar algo emocionado.
—¿Qué cosa? —preguntó Donghyuck. Mark alzó su palma derecha para que lo esperaramos y así lo hicimos.
—Miren —nos tendió el celular. En el aparato, había una foto de un chico de probablemente nuestra misma edad, su cabello era café y tenía una sonrisa muy cálida—. Es Huang Renjun, nuevo vecino y que acabo de invitar a casa, vive al frente.
—¿Por qué no estaba enterada de esto? —me sorprendí mientras seguía viendo la foto del chico. En ningún momento vi un camión de mudanza.
—Estás tan preocupada en comprar las cosas de tu nuevo colegio que no estás emterada de las noticias —dijo Mark quitándome su celular bruscamente—. Cuidado, se te estaba cayendo la baba.
