CAPÍTULO 19 "La elección"

120 11 3
                                    

-Ni mamá ni Char están.- murmura disculpándose ya sonrojada por verme sin camisa- ¿Puedo dormir contigo?- se muerde el labio con nerviosismo.

-Pasa- asiento haciéndome a un lado, pero ella menea la cabeza en señal de negación.

-Tu casa está llena, si nos escuchan nos vamos a meter en problemas- mira el piso y le sonrío con ternura aunque no me vea.

-De acuerdo, dame un segundo- lo primero que hago es ponerme la camisa para evitar que ella siga nerviosa, después voy a ponerle seguro a mi habitación y una vez que estoy en el cuarto de Ally cierro la ventana y hago lo mismo con su puerta.

Ella me mira sentada desde su cama con una ceja enarcada y me encojo de hombros.

-Por si acaso.- me defiendo y ella menea la cabeza riéndose- Y bien... ¿Qué quieres hacer?- me mira con ojos entrecerrados.

-James Cooper, te invité a dormir solamente, ¿o es que estás coqueteando conmigo?- dice juguetona.

*ALLISON*

Cuando lo veo acercarse lentamente me arrepiento de lo que dije porque me hace ponerme nerviosa de inmediato y siento cómo me vuelvo más pequeña a su lado, pero no puedo negar que una parte de mí lo está disfrutando.

Y mucho.

Al estar cerca pone sus manos a cada lado de mis piernas sin tocarme, se inclina para que nuestras caras queden a la misma altura y sólo deja unos pocos centímetros separándonos, pero permite que nuestras respiraciones se mezclen por completo.

-¿Tan mal estaría que te estuviera coqueteando?- murmura en el mismo tono que yo utilicé y la respiración se me corta.

Estoy en su prisión, y no me importa.

De pronto siento la necesidad de que me bese sin parar y mi cuerpo comienza a sentirse extraño.

¿Está haciendo calor, o me estoy enfermando?

-Creo que te lo paso sólo por ser mi novio- me muerdo el labio provocando que dirija su mirada hacia abajo.

Y no lo resisto más: pego mis labios con los suyos y él me corresponde de inmediato tomándome con una mano la mejilla y con la otra sigue deteniéndose en la cama para no caer encima de mí.

Debería quitar la mano que lo ayuda a apoyarse, ¿no?

El beso se torna rápido, como si no nos hubiéramos besado en años, lleno de deseo y de sensaciones nuevas para mí.

Nuestras lenguas se cruzan todo el tiempo y sólo quiero más de él, aunque ni siquiera pueda respirar correctamente y el corazón se me quiera salir del pecho.

-Si sigo besándote así no voy a querer dormir- se aleja un poco de mí y ambos tratamos de controlar nuestra respiración.

-Pues yo definitivamente ya no quiero dormir- vuelve a unir nuestros labios tomándome por sorpresa.

Toda la lejanía que teníamos de por medio es eliminada cuando lentamente me empuja hacia atrás con su cuerpo hasta que quedamos acostados y el beso comienza a volverse más tierno, pero aún con muchas ganas de llegar a más.

Su boca deja la mía para comenzar a descender a mi cuello dejando besos húmedos por todos lados, hasta que llega a la clavícula y ahí mi cerebro comienza a pensar con lógica.

-Espera- me hace caso de inmediato y todo contacto que tenían nuestros cuerpos también termina, por lo que me siento vacía.

-¿Estás bien?- me mira con preocupación, pero cuando asiento parece calmarse.

No te vayas, no de nuevo (Editando)Where stories live. Discover now