5

140 13 3
                                    

-¿¡TE TIRASTE A MI MAESTRA DE HISTORIA!?

-¡CREEME QUE NO PUEDO HACERLO!

-¡Lo has intentado?

-¡NO, Y DEJA DE GRITAR!

-¡YO NO ESTOY GRITANDO, TÚ ESTÁS GRITANDO!

-Okey-dije frotando mi sien, esto no puede estar pasando.-Lo que sucede es que...

-Un minuto-Murmuró, acercándose a mi rostro y viéndolo detalladamente...

Esto no pinta bien.

Se preguntaran, Sujito ¿Por qué Laysito está asustadito?
Pues el muy cabezón tuvo que ver mi vestido rosa tirado en el suelo y ahora piensa que me he acostado con ahh ¡Conmigo mismo!

-Te pareces mucho a ella.

-Los extranjeros dicen que todos somos iguales. Ahh~ ¿Será eso cierto?-Vamos aegyo, funciona.

Me miró.
Nos miramos.

Y comenzó a caminar, sus pasos resonaban por la silenciosa habitación, sus pestañas iban de arriba hacía abajo y su ceño fruncido indicaba que se estaba concentrado.

Con razón olía a quemado.

-¿Podrías dejar de rondar por mi casa?-Pregunté cuando estuvo por cruzar a la cocina, y provocando que volteara.

-Estoy buscando pistas-Dijo retomando su camino.

-¿Pistas? ¿Es una costumbre china cada que visitas a alguien o algo así?.

-No existe tal cosa... Espera.

Su voz se fue apagando, sus pasos de pronto se habían detenido.

Mis piernas se movieron solas, llevándome a donde él se encontraba.
Lo vi parado cerca de mi encimera, en donde acomodaba ciertas decoraciones.

Y gracias a la luz que se filtraba por una ventana, aprecie mejor sus negros cabellos, se veían tan suaves que daban ganas de acariciarlos.
Su espalda era una de las 8 maravillas, tan perfecta y bien trabajada, no podía permitirme seguir recorriendo su escultural cuerpo con mis ojos si no quería perder la cordura, y dada la situación no era lo más indicado.

Cuando lo que pareció una eternidad, lentamente volteó.
Su cara era serena, pero un brillo en sus ojos indicaba curiosidad y algo más que no pude descifrar.
Lentamente separó sus labios, listos para disparar cualquier palabra, o balbuceo que quisiese decirme.

Y cuando por fin lo hizo, levantó algo con su mano derecha.
-¿Cómo sabes que soy chino?-Murmuró agitando dicho objeto.

Un cuadro.

*Hace dos años y medio*

-Lo harán, estoy segurooooooooo0.

-¿Y cómo no? Es una escuela antigay retrógrada.
Una escuela normal nunca van a permitir que te enrolles con un estudiante, ahora imagínate ¡Mucho menos es hombre!

¿Quién Es SuHo? <EN EDICIÓN>Where stories live. Discover now