Prólogo

13 0 0
                                    



En algún momento encontraste convincente dejar de estar aquí, sin existir y sin contar los días que te faltaban de vida. Sólo querías desaparecer, y es que te cohibía más que no supieras la razón. Una vez me preguntaste si yo no sentía lo mismo, pero yo te respondí que no, por algún motivo ahora entiendo lo que me decías. Ahora soy yo el que quiere desvanecerse y no percatarme de cuando cierre los ojos. A veces encuentras cosas que cambian tus días radicalmente, y sin darte cuenta comienzas a quererlas como si fuera el único motivo por el que vives, esa vida que no quieres dejar por tener esa persona a tu lado. En algún momento me pregunte si realmente te quería, si hacía lo correcto en estar contigo y dejar salir unas largas bocanadas de aire que a veces me faltaban cuando me mirabas a los ojos. También me respondí yo mismo, y la respuesta me impresionó tanto que dejé de quererte para comezar a amarte más que a mi propios pensamientos; estar contigo era la única cosa que había hecho bien en diecisiete años. 

Sabía que pensabas lo mismo, aunque a ti te daba vergüenza sonrojarte y sonreír de una manera absurda. Preferías pensarlo y mejorar lo que hacías cuando estábamos sólo tú y yo. Esa opción me gustaba más.

De repente no quisiste desaparecer, pero por desgracia alguien hizo a que desaparecieras. Me dijiste que tu vida te gustaba más cuando yo estaba contigo, y que si uno de los dos se iba preferías que fueras tú porque creías que mi vida tenía más sentido. La tuvo antes de que te marcharas, porque de repente te perteneció mi mundo completo... y te lo llevaste a alguna parte de este horrible lugar.













Media LunaWhere stories live. Discover now