Travesuras por toda la ciudad

Parte 2

No lo soporto, ¡no lo soporto! Pensé que al llegar acá Nicholas dejaría de ser tan estirado, pero, ¡sorpresa!, ha sido peor, ¿pueden creer que ni siquiera nos hemos acercado al famoso distrito rojo aunque sea una vez en estas dos semanas de viaje? ¡Si hasta creó que me hubiera divertido más si hubiese venido con mis padres!

—¿Qué haces Agatha? ¿No se supone qué vamos al museo de la casa de Anna Frank? ¿Por qué no te has preparado?

Creó que no necesito decir porque le odio.

—Hoy quiero quedarme en casa Nicky, estoy aburrida de tanto ir a museos y galerías, si quieres ve tú.

Me miró de arriba a abajo, acaricio su barbilla y dijo —Uhm, veamos, estás siendo amable conmigo, dices que te quieres quedar en casa y hasta me dices que me vaya yo sólo a la casa de Anna Frank... Agatha, ¿te puedo hacer una pregunta?

¡No! sólo vete y déjame sola para poder prepararme e irme de fiesta.

—Claro, claro, por supuesto.

—¿Tú piensas que soy idiota? cómo si no supiera yo que sólo quieres irte de fiesta...

¡WTF! ¿Tan evidente soy?

—Yo... ¡¿cómo puedes pensar eso de mí?! —dije tratando de sonar como si me hubiera ofendido—

Él sólo levantó la ceja, mirándome como queriendo decir «¿En serio?»

—Bien, de acuerdo, si quería quedarme sola pero no para lo que tú crees —fui a mi habitación y saqué de su escondite la botella de tequila que me había robado del bar de mis padres—. Está era la razón por la que quería quedarme sola.

Nicholas me miró con incredulidad.

—¿No se supone que estas muy joven para beber?

—¡Por Dios Nicky! ¡No seas tan puritano! Ya dentro de dos meses cumplo la mayoría de edad así que, ya estoy lo suficientemente grande para beber… Además —dije apuntándole en el pecho— tu tampoco tienes edad para beber en todo caso y bien que has llegado hasta las tantas de la madrugada muchas veces a tu casa ¿o es mentira lo que dice tu mamá?

Su cara de poker face no tenía precio

—Tengo diecinueve… —Empezó a decir.

—Y la edad legal para tomar es a los veintiuno —dije entrecerrando los ojos—. Mira, hagamos algo, solo por hoy, vamos a hacer de cuenta que nos llevamos bien ¿te parece?

—¿Qué quieres hacer?

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Para resumir la historia, nos emborrachamos, bueno, mejor dicho, lo emborraché, se preguntaran porque y la razón es esta: huiré de casa y le pondré tres retos —donde hará el ridículo en todo sentido— que debe cumplir para que regrese a su lado, Nicholas Kirby va a desear no haberme arruinado el viaje —inserten risa de villanos—.

A la mañana siguiente…

NICHOLAS POV

¡Qué dolor de cabeza!

Ésta ha sido, por lejos, la peor resaca que he tenido en toda mi vida.

Me fui al baño a lavarme la cara y me di cuenta, con horror, como Agatha aprovechó que me había quedado dormido, ¡para dibujarme un bigote como el de Hitler con marcador indeleble! ¡Esta niña mimada me las pagará!

—¡Agatha! ¡Agatha!

La busqué en su habitación, en la cocina, en el jardín, en todas partes, EN TODAS PARTES y la muy ¿Cómo describirla sin ofender a la raza canina femenina?... ¡no está! ¡Se fue de la casa! Sus padres me van a matar ¡Me van a matar!