∆20

4 2 0
                                    

Comencé a llorar, como él me hizo llorar los días anteriores, como las hojas caídas de esos árboles. En sus ojos leí que estaba arrepentido, y que no quería perderme. Pero era muy tarde. Me quedé mirando sus labios, ansiando a que me dijese una palabra que pudiera cambiar mi mundo en ese momento, o un beso. Nada. Nos fuimos, nos dimos el último abrazo, de esos que son eternos. Ambos con las miradas perdidas y lágrimas que no terminaban de caer. Tomamos cada uno un camino contrario. Pero la diferencia, es que yo sí me di la vuelta, para observar cómo el amor de mi vida, se alejaba para el olvido.


Blood∆Where stories live. Discover now