.

383 69 14
                                    

La luz del televisor es lo único que alumbra el perfil de Mark, y Donghyuk ya no es capaz de prestar atención. Nunca ha sido bueno en los videojuegos, pero el mayor es un nerd cuando se trata de esas cosas y, la verdad, ver a Mark emocionado es una de las cosas que le mejoran el ánimo.

Está triste, sus padres son una mierda. A nadie le importa, Haechan no habla de lo que le pasa cuando está triste.

Tiene la lata de jugo de uva a su derecha y la toma para acercárcela a su boca. Odia la uva, el vino es feo y considera a la mermelada como una creación del diablo, pero el jugo de uva es rico.

Mark no tardó nada en aparecer con un paquete enorme sin abrir. El jugo de uva también le levanta el ánimo, es tonto, pero él también y el castaño lo acompaña igual.

Los parlantes del televisor anuncian "Game Over", pero el mayor no festeja. Solo pone el cigarrillo ya encendido entre sus labios y tira el humo hacia la pantalla. El olor a tabaco ya es parte del olor caracterísitico de Mark y el pelirrojo no deja de reprocharselo, pero en ese momento lo único que quiere ver es a él fumando.

Quiere ver el humo, quiere sentir el olor, como si fuera él quien está matándose. Realmente se fumaría algo en ese momento.

El ático de Mark es oscuro y lo único que entra por la ventana es la luz de una o dos estrellas, pero Donghyuk ve perfectamente el rostro del contrario ahí, quizá porque no a dejado de observarlo ni un segundo. El castaño lo sabe aunque no le está devolviendo la mirada, sabe como se está muriendo por dentro.

Se conocen tan bien que da miedo. Al principio hablaban durante horas, hasta que ya no necesitaban palabras para expresar lo que sentían.

Mark apaga el cigarrillo con la alfombra que cubre el piso, dejándole una marca bastante notoria y varios rastros de cenizas. Lo mira, siente como sus piernas se vuelven gelatina y tiemblan ante él. Lo besa y hace esa cosa rara con la lengua, siente como si se derritiera. Él es tabaco y Mark lo está volviendo trizas en el piso.

Solía provocar esas y muchas cosas más en él, por eso es siempre la mejor opción para cuando estaba mal. ¿No que el amor era la cura de todos los males? Seguramente se lo acaba de inventar ahí mismo, ya que los ojos del mayor, que lo miran directamente a los suyos, no le dejan pensar bien.

Parece que quiere decir algo, pero no puede. Mark también tiene sus problemas. No importa, Donghyuk lo conoce de pies a cabeza y está complacido ante un silencio electrizante de amor, ceniza y oscuridad.

"Te amo".

Sonríe, las palabras no existen. Los besos sí y el castaño junta sus labios otra vez.

sad;; markhyuckWhere stories live. Discover now