Elias era muy observador. De eso no podía negarlo. Y es que aún cuando una pequeña mancha existía en el piso, el no podía desviar su vista de aquel lugar hasta que fuera perfectamente limpio.
¿Muy ordenado? Así le parecía ser. Le encantaba tener todo en un orden perfecto y más cuando se trataba de sus libros, era muy cuidadoso en este aspecto. Aunque en el estudio se arregló todo hasta tiempo después.
Regresando al tema principal.
Una vez que compro a Chise se dio cuenta de muchas cosas.
Ella era distraída. Muy distraída a su parecer. Cuando llegaron a casa por primera vez, la vio como una chica tímida y muy callada. Y si, era muy callada porque lo tímida se le fue en el momento que se conocieron y entrando más la confianza.
No supo en que momento el empezó a observarla con más curiosidad. No era una mentira para que utilizaría a su pequeña aprendiz, quería aprender a conocer y comunicarse con los humanos, a ser empatico con ellos y claro, observar desde un punto de vista mucho mejor, los sentimientos que envolvian a estos seres.
¿Que mejor observación que aquella chiquilla?
Se dio cuenta de las cosas que hacía inconscientemente. Había veces en las que la había visto mover sus pies en un ritmo, como si ella estuviera bailando cuando estaba calentando algo en la estufa, cuando esperaba la ropa limpia o cuando simplemente miraba que libro sería el siguiente en leer.
También se dio cuenta de la forma en la que comía. Como hacía su reverencia, agradeciendo los alimentos de ese día, antes de comer y tomar los cubiertos con un poco de cuidado y empezar a comer. Se dio cuenta que ella probaba pequeños bocados y los masticaba con lentitud. También se dio cuenta de cuánto podía llegar hablar cuando comían.
-Lo lamentó... --La escucho disculparse nerviosa -Son las costumbres...
-¿Costumbres?
-Bueno... --Habló un tanto nerviosa -Estamos acostumbrados a agradecer por la comida así como hablar entre cada bocado
Ella le había dicho y a pesar de que le dijo que no se disculpara, la chica tardó un tiempo en que lo volviera hacer. Al igual que cada vez que salía a hacer algún mandado decía de manera inconsciente "Ya me voy". Cuando entraban a la casa, era usual verla quitarse los zapatos y dejarlos a un lado. Poco después la escuchaba maldecir en japonés y regresar por sus zapatos.
Cosa que a Silky le dio gracia y prefirió dejarle a un lado unas comodas pantuflas.
Observaba con detenimiento a la hora de leer un libro. Veía como era costumbre de ella leer la última página del libro, pronto soltaba un grito frustrado y cambiaba el libro en la posición correcta para leer. Veia la sonrisa en su rostro con cada palabra y aunque tardara un poco en leer, aún con el diccionario en la otra mano, veía como ella satisfecha disfrutaba de la lectura.
-¿Aún no te acostumbras a vivir de este lado del mundo? --Preguntó con curiosidad.
-Es difícil que cambie las costumbres con las que viví toda mi vida --Confesó -No es difícil, todo es diferente y realmente no me imaginé vivir algún día así
-Ya veo
Era refrescante verla. No sabía como podía expresarse cada vez que la veía, no tenía las palabras correctas para describir aquellos sentimientos. Sólo quería observarla más, sólo quería ver cada curiosidad que envolvía a la chica, cada costumbre que ella traía. Y pronto su mirada ya no podía separarla de aquella chiquilla de cabello rojo.
¿Habrá sido atraído a ella por ser una Sleigh Beggy? Realmente no se sentia así, quizá sólo fue porque sus caminos se cruzaron por casualidad.
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People who observe, live to learn and not to criticize
FanfictionElias era muy observador. Incluso no podía negar que se la pasaba todo el día observando a Chise. Era curioso todo lo que podía descubrir. Pero el quería saber todo y aprender de ella. Incluso quería aprender y memorizar cada poro y cada suavidad de...
