Sexagésimo Sextos Juegos del Hambre

Epílogo.

[El año de los Septuagésimo Cuartos Juegos del Hambre]

HOPE

Peeta Mellark y Katniss Everdeen han sido coronados como vencedores. Dos vencedores. Todavía recuerdo aquel momento en el que Ryan tomó su cuchillo, y lo clavó repetidas veces en su estómago. Incluso ocho años después de todo lo que pasó lo recuerdo. Todavía recuerdo como Ryan subió al escenario, parecía tranquilo, sosegado, y compasivo. En ese momento supe una cosa: Ya lo conocía. Lo veía en la escuela del distrito, lo veía robando para conseguir comida. Una vez lo hizo en mi carnicería. Se llevo un filete de pollo. Yo lo vi, pero no dije nada. No quería que le pasara nada. Ahora los tenues rayos de la tarde se filtran por mi cuarto de la casa de la aldea de los vencedores. Ahí es donde vivo. Ya salgo de mi casa, lo llevo haciendo desde un año después de Los Sexagésimo Sextos Juegos del Hambre. No he tenido que ser mentora, ya que de eso se encargan Beete y Wiress, según todo el mundo, yo tengo cierto "desorden mental". Yo no lo creo. ¿Les tengo envidia a Peeta Mellark y Katniss Everdeen? Posiblemente. Peeta tuvo su final feliz, Katniss tuvo su final feliz, pero Ryan no tuvo ese final feliz. Puede que él estuviera echo para morir.

FIN.