El Ángel Caído♔ [Harry Styles]

Capítulo 14.

– ¿Desde cuándo me mientes? – Preguntó en tono enfadado. Su actitud controladora y rebuscada me estaba sencillamente cansando, no tenía derecho a controlarme.

– No te miento – Respondí haciendo la visa a un lado, Louis rió.

– De acuerdo ¿Terminaste las asignaturas pendientes con Lina en casa de Harry? – Preguntó mirándome fijo, yo abrí la boca para contestar – Luci… – Suspiró – No quiero que estés junto a él, no es bueno para ti y...

– Déjala Louis, vámonos, el profesor está muerto, no se cursaran las clases provistas para hoy – Claudia entró por el salón y tomó a Louis del brazo. Por la forma en que me miró, estaba muy enfadada ¿Alguien más estaba enfadado conmigo hoy? 

– ¿Está muerto? – Pregunté a Lina, ella asintió.

– Luci, Claudia y yo nos mudaremos a Voigan mañana por la mañana. – Susurró Louis antes de irse, los miré con los ojos abiertos ¿Acaso estaban echándome del departamento? Sí.

– De acuerdo, iré a buscar mis cosas – Anuncié con el poco orgullo que me quedaba. Genial, viviría con mi madre.

Algunos minutos más tarde Lina y yo salimos de la Universidad. Mi cabeza daba vueltas y sentía un mareo increíble, nunca me había sentido así, tenía muchísimas ganas de vomitar, y Lina me había dicho que estaba pálida. Pero esa no era mi preocupación. Claudia y Louis estaban más enfadados conmigo, incluso más de lo que yo creía. Ellos sólo se mudaban juntos para sacarme de allí. Porque habían dicho mil veces que no servían viviendo juntos. De todos modos, mi orgullo valía más, y no diría ni una palabra sobre el asunto, esta tarde le pediría a Harry que me llevase a buscar mis cosas y me iría con mi madre, la triste realidad era que debía

conseguir un empleo que me permitiera sustentarme por mis propios medios, tenía 19 años, mi madre no podía pagar mis estudios, mi comida, y mi padre tampoco podía mandarme dinero cada que lo necesitaba. Debía trabajar. Triste, pero real, a diferencia de Claudia o Louis, mis padres no eran millonarios, ni tenían una mansión en medio de un bosque solitario en Wells, eran dos personas que se ganaban la vida día a día.

– ¿Luci quieres que te lleve a tu casa?, no te ves muy bien, tal vez el autobús te maree – Dijo Lina, la verdad, me sentía verdaderamente mal, y si daba un paso más moriría del dolor de cabeza.

– No quiero ir a casa, llamaré a Harry para que venga por mí. – Dije tecleando rápidamente un mensaje en mi teléfono para él. Pero al momento en que iba a presionar enviar, mi vista se nubló por completo, y veía negro a cada lado. Luego mi cuerpo comenzó a aflojarse, sentí como caía al duro suelo bajo mis pies. Lina me llamaba y lograba escucharla a lo lejos, pero no tenía la fuerza necesaria para contestar, cuando quise moverme, mi cuerpo pesaba. No tenía idea de lo que estaba sucediéndome, nunca había sentido tanto frío y calor a la vez, tanta luz y oscuridad. Los ruidos que se sentían a mí alrededor cesaron y me sumí en un sueño profundo.

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Mi cuerpo se sentía pesado, y cuando quería moverlo no podía hacerlo a causa del dolor, había caído al suelo, desvaneciéndome completamente. El hormigueo en mi cabeza ya no estaba pero sí la molestia que sientes cuando el dolor se va. Parpadeé varias veces, para darme cuenta de que estaba en mi cuarto, en casa de mi madre. Por dentro tenía la vera sensación de que hacía minutos que me había desmayado, mis labios estaban secos y tenía demasiada sed. Cuando abrí mis ojos completamente, recobrando el sentido de la vista definida, vi a Harry al lado de mi cama, en una silla. Su cabeza estaba apoyada sobre el borde de la cama. A pesar del indescriptible dolor que sentía logré mover mi brazo hasta llegar a él, quien al sentir mi torpe movimiento levantó la cabeza. Comprendí que no estaba dormido, él no podía dormir. Me encontré con sus ojos verdes oscuros, mirándome con preocupación, susurró algo que no alcance a entender debido a la debilidad que sentía. Harry se acercó a mi rostro y plantó un pequeño y corto beso en mis labios, mientras acariciaba mi cabello al compás.