U N O

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THEO

La expectativa, el entusiasmo y la excitación llenan mi cuerpo, hoy comienzo un nuevo trabajo haciendo lo que mas me gusta, dar clases, yo amo la enseñanza, es lo que me hace feliz.

Atravieso la puerta de mi nuevo salón, veo que la mayoría de los asientos están ocupados por adolescentes y procedo a presentarme.

-Buenos días jóvenes, mi nombre es Theodore Miller, soy el nuevo maestro de español, tengo algunas normas para la clase que discutiremos después. Ahora quiero se pongan de pie y se presenten uno por uno.

Muchos ponen cara de aburrimiento, pero aun así se van presentando, todo esta muy bien hasta ella. – Mi nombre es Samanta Halle. – es todo lo que dice su hermoso nombre con es dulce voz, pero tiene completamente mi atención, estatura media, con una espectacular cabellera rojiza, piel pálida con pecas y sensuales labios voluptuosos ella es la encarnación de la fantasía de colegiala traviesa. Sacudo mi cabeza levemente tratando de apartar esos pensamientos y vuelvo a concentrarme de nuevo en la clase.

-Conozcámonos un poco con una ronda de preguntas y respuestas, después les entregare el temario y las normas de la clase, normas que espero que todos cumplan ya que soy muy estricto en eso, comiencen las preguntas.

Una chica Jocelyn comenzó. - ¿Cuántos años tiene? – respuesta fácil – Tengo 27 años.

¿Está casado? – pregunto alguien más. – Si lo estoy – así siguieron unas cuantas preguntas monótonas hasta que la alcance con la mirada, la descubrí viéndome y riendo de las preguntas triviales que hacían – ¿Tiene hijos? – otra vez su hermosa voz capto toda mi atención – No – fue toda mi respuesta ya que sin querer ella había tocado un tema espinoso en mi vida. La clase había terminado.

Horas después al terminar mi jornada me di cuenta que no podía apartarla de mi mente, caminaba distraído por el pasillo. – Hola eres nuevo ¿verdad? – volteé un poco a la izquierda y me encontré con un hombre de más o menos mi edad y complexión física solo que él era rubio, con una sonrisa amable.

-Si – respondí devolviéndole la sonrisa.

-Pues bienvenido colega, soy Mathew Drake maestro de Filosofía. – se presentó.

-Theodore Miller, pero puedes llamarme Theo. – en ese instante supe que seriamos buenos amigos. Me despedí y me encamine a ese nuevo lugar que ahora llamo hogar.

El RegaloWhere stories live. Discover now