Capítulo 23.

1.1K 73 9
                                    

El Pulpo Azul.

Narra Nathan.

Camille se aparta de mi y me mira a los ojos sorprendida. Desde hace mucho quiero decirle que se vaya a vivir Conmigo, la quiero a ella y a Maddie en mi casa.

Yo quiero cuidarlas, quiero que estén siempre conmigo a mi lado, quiero darle todo lo que tengo. Quiero verlas pasearse libremente por mi casa, quiero que lo primero que escuche en el día sea el hermoso sonido de la risa de Maddie, quiero despertarme al lado de Camille por el resto de mis días.. Dios quiero hacerla mi esposa, quiero casarme con ella, formar un hogar... una familia.

Quiero un Matteo.

–Oh Dios Nathan. ¿En serio? –Pregunta incrédula. –Yo... yo te quiero un montón enserio... yo te quiero, siempre te he querido pero irme a vivir contigo eso sería algo muy apresurado. Además yo me mude con Dani y..

–Por eso mismo. –La interrumpo. –Como aún no has desempacado será más fácil llevar todas tus cosas y las de Mad a la mansión.

–Pero es muy rápido. –Insiste. –Dame unos días para para pensarlo vale, en una semana veremos.

–Esta bien, pero iré llevando tus cosas y la de Madison a mi casa. –Insisto.

–Esta bien. –Responde  abrazándome nuevamente.

Rodeo su pequeña cintura con mis brazos aprestándola más contra mi. Se siente también sentirla en mis brazos, me alegro mucho haberla recuperado y por nada del mundo la volveré a perder nuevamente.

Cuando nos separamos Camille me sorprende con un beso en la mejilla. Le sonrío mientras escondo varios mechones de su cabello detrás de su oreja.

–¿Vamos por nuestra hija? Ya muero por verla. –Pregunto.

Ella asiente en repuesta así que empiezo a tirar de su brazo para caminar pero ella no se mueve. Volteo y la miro confundido, y ella me sorprende aún más cuando tira de mi brazo en su dirección y estampa su boca contra la mía.

Al principio me veo muy confundido, no me esperaba esa acción por parte de ella. Pero por supuesto que le correspondo, desde hace muchos días estoy ansiado por un beso de su parte, mi lengua busca rápidamente la de ella y empezamos una batalla de labios y lenguas. Pongo una de mis manos en su mejilla y la otra la paso por su cintura acercándola más a mi.

Gruño cuando Camille muerde mi labio inferior y tira de el para luego succionarlo y después profundizar el beso nuevamente.

Nos tenemos que separar por falta de aire, pero aún así no nos separamos del todo si no que yo pego mi frente a la de ella, nuestras respiración son dificultosas y el aliento fresco de Camille me da en lleno en mis labios y la ganas de besarla aumentan más. Le doy un último beso para separamos.

–Ya si podemos ir por nuestra niña. –Responde está tomando mi mano.

Ella tira de mi mano en su dirección pero no me muevo, en vez de eso la atraigo hacia mi mientras vuelvo y la beso nuevamente.

Nunca me cansaré de sus labios..

**************

Ya ha pasado una semana desde la fiesta donde presente a Emma como mi hermana y a Maddie como mi hija. La verdad estaba muy nervioso cosa que es raro porque me he acostumbrado a hablar, cantar y actuar en público. Pero esa vez no solo era por mi, si no por mi hermanita menor y mi hija.

Las redes sociales, las revistas, la televisión todo el mundo explotó cuando se enteró de la noticia.. Nadie se lo esperaba ni siquiera yo. Pasé de ser el chico mujeriego que salía con cuantas chicas que se le presentará a tener una hermana y una hija de la noche a la mañana por así decirlo. Mis fans se pusieron súper feliz al conocer de ellas pues Maddie es una increíble niña y cualquiera la amaría.

¡Mi Pequeña Fan!Kde žijí příběhy. Začni objevovat