Un deseo inesperado.

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Terminando su baño Tsuna vio la ropa que le había dejado Kyoko afuera, un short y una camisa sin mangas, esta ropa quedaba perfecta para una persona cuyos músculos estaban bien formados, pero en el caso de Tsuna, cuyos músculos eran que espagueti, esta ropa apenas le quedaba.

—Vaya, la ropa de onii-san es muy grande para mí, pero Kyoko-Chan la trajo especialmente para mi. Tendré que ponérmela.

Salió del cuarto del baño y camino con vergüenza al cuarto de Kyoko, toco la puerta un par de veces y espero respuesta de Kyoko.

—¡Adelante!

Gritó con su emocionada voz, la puerta se abrió y en el momento en el que Kyoko vio a Tsuna el rostro de la chica comenzó a ruborizarse de una manera un poco cómica.

—Va-vaya Tsuna-kun, esa ropa te queda un poco grande.

—S-si, cre-creo que es un poco embarazoso.

—Yo creo que te queda bien, ahora ven y siéntate, debemos empezar este trabajo.

Tsuna comenzó a caminar un poco avergonzado y justo antes de llegar le ocurrió lo mismo que a Kyoko hace unos momentos, tropezó con sus propios pies, pero en este caso cayó encima de Kyoko, aún con los ojos cerrados y apenas sosteniendo su peso con sus brazos.

—Du-duele, lo-lo siento Kyoko-Chan, parece que yo también tropecé.

—N-no te preocupes, pe-pero Tsuna-kun, po-podrías...

No pudo terminó su frase ya que se sentía apenada por la situación en la que estaba en este momento. Al no haber escuchado respuesta de parte de Kyoko Tsuna empezó a abrir sus ojos lentamente, su vista estaba borrosa, pero no fue difícil para él ver la figura de Kyoko debajo de él.

—Uhaa, pe-perdon Kyoko-Chan, me-me quitare de inmediato.

Comenzó a aplicar fuerza en sus brazos para poder levantarse, pero al parecer eso no era lo que quería Kyoko, mientras veía al pobre Tsuna intentar levantarse a Kyoko se le ocurrió algo que podía hacer en estos momentos, antes de que Tsuna pudiera levantarse Kyoko lo tomo de su player y lo acerco a ella y le robo un beso.

—¡Ky-Kyoko-Chan!

Gritó Tsuna por la sorpresa, miro el rostro de Tsuna y vio los ojos perdidos de la chica, parecía completamente insatisfecha, quería más de lo que acababa de probar.

—Lo siento Tsuna-kun, pe-pero, no podía desperdiciar esa oportunidad, la-la verdad es que, me-me gustas Tsuna-kun —dijo con timidez.

—¿Ky-Kyoko?...l-la verdad...ta-también me-me gustas —dijo Tsuna como una chica enamorada, nervioso y timido.

—¡Estoy tan feliz! —gritó emocionada, una vez más.

—Y-yo tambieuhmp

Antes de que pudiera terminar de hablar Kyoko lo volvió a besar, pero esta vez con un poco más de intensidad, metía su lengua con fuerza en la boca de Tsuna haciéndo que varias líneas de saliva se juntaran en la boca de ambos y unas pocas salían del lugar en donde estaban unidos.

—Haah ahh, Tsu-kun.

A Kyoko le costaba trabajo respirar por la gran cantidad de tiempo que estuvo besando a Tsuna. Kyoko le quitó la camisa a Tsuna y noto que su cuerpo se veía diferente a lo que imaginaba, su abdomen no era tan huesudo como se veía por fuera, su cuerpo realmente estaba bien formado hasta sus límites, esto era gracias al entrenamiento que su maravilloso maestro Reborn lo obligó a tomar.

—Wo-Wow, el cuerpo de Tsu-kun, es tan, es tan perfecto.

—Gra-gracias, pero creo que tu cuerpo es más perfecto.

Tsuna desabrocho la camisa de Kyoko poco a poco hasta que su sostén estuvo a la vista, o ese sería el caso si la chica estuviera usando un sostén, por lo que su pecho expuesto es lo primero que pudo ver Tsuna. Esos redondos pechos eran del tamaño perfecto para Tsuna, los cubrió con sus manos y los presionaba lentamente sin poder dejar de verlos.

—Tsu-kun, no-no me veas tanto, m-me da pena.

—L-lo siento, pero, son tan bellos, me hipnotiza verlos.

No podía reclamar a esa respuesta, se tragó la vergüenza y mordió suavemente su dedo índice mientras Tsuna comenzaba a lamer los senos de Kyoko, más específico sería decir que estaba besando los pezones de sus pechos.

—Nyaa, haah Tsuna, m-mi pecho arde, ahh se siente bien.

—Kyoko, tu pecho es tan suave y se siente tan bien tocarlos.

—Mnn, Tsuna, por favor lame más mi pecho, la-lame mis pezones.

Tsuna volvió a lamer aquellas cerezas de color rosa claro y los gemidos de la chica comenzaron a intensificarse, la respiración tan fuerte de la chica comenzaba a ser clara ante la vista por las grandes nubes de vaho blanco que salían de su boca.

—¡E-espera, haa!

—¿Qu-qué sucede?

—Qui-quiero continuar en la cama, e-el suelo está frío.

—S-si, va-vamos.

Sin esperar a que Kyoko recuperara el aliento Tsuna la cargo y la llevó hasta la cama en donde la dejo caer con delicadeza y en pocos segundos Tsuna se encontraba besando a Kyoko una vez más mientras movía su mano hasta su entrepierna. Faltaban pocos minutos para que ambos pudieran llegar al siguiente nivel.

La noche de KyokoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora