Antología "Promo SVERRA II"

Otro nuevo comienzo por Damisac

Otro nuevo comienzo

Año 3000, un nuevo milenio. Es sencillo decirlo e incluso escribirlo, pero no tanto el seguir vivo teniendo la oportunidad de contarlo.

La historia cuenta que en el año 2022 se dio lugar a la Tercera Guerra Mundial donde se utilizaron todo tipo de armas nucleares para atacarse unos a otros matando al 70% de la población en tan solo dos años. Dejó cientos de lugares inhabitables y generó sarcófagos en innumerables ciudades debido a ser el centro de la economía y donde más personas habitaban.

Al culminar, fue imposible siquiera una década de paz. Para que se diera inicio a la Cuarta Guerra Mundial donde ahora las armas fueron biológicas, creando todo tipo de virus y remasterizando los ya existentes, dejó con vida a 300 millones de humanos.

Después de este exterminio masivo, en el año 2039 se firmó un tratado donde se prometía no volver a usar armas nucleares, biológicas, ni de ningún otro tipo, para evitar la destrucción entre ellos; llegando de nuevo a una sociedad estable conformado por lo restante de los antiguos continentes, se creó alianzas y se renombró al nuevo mundo "Sverra".

Con el tiempo se logró la paz, una que parecía inquebrantable. La población volvió a crecer hasta hace 20 años, cuando estalló la Quinta Guerra Mundial. Nadie a mí alrededor lo podía creer, después de 941 años sin conflictos realmente graves, volvió a regresar la destrucción.

Tenía 12 años cuando ocurrió, no tenía la menor idea de lo que sucedía. Nunca escuché hablar sobre acontecimientos relacionados con la guerra, todo era tranquilidad para mí, era feliz en una de las ciudades de Europa. No sabía todo lo que la palabra guerra conllevaba. Realmente no lo sabía. Y solo lo pude comprender cuando lo presencié.

La gente no estaba preparada para esto, todos crecimos en un mundo de aparente paz. Todo lo que sabíamos venía de documentales, de libros, de internet. El daño que ocasionaba realmente era indiferente a nosotros. Nadie se alistó o buscó refugio o trató de huir; quizá por eso la gente fue cayendo una tras otra como efecto dominó. Me quedé sola en este mundo de crueldad, toda mi familia fue asesinada con todo tipo de armas creadas por seres de maldad pura. Se hacían llamar humanos.

Aprendí a sobrevivir sola con el dolor en mi corazón y en cada poro de mi piel. Cada célula de mi cuerpo tuvo que asimilarlo tan repentinamente. Tanto dolor albergaba mi ser. No comprendía tanta muerte. ¿Para qué matarse unos a otros si todos éramos seres humanos, qué se obtenía entre tanta sangre derramada? Lo supe años después. Poder, eso se ganaba.

Años atrás, antes de la guerra: la envidia, la avaricia, el egoísmo comenzó a adueñarse de los gobernantes de varios países. Consideraban que merecían más poder que otros, se sentían supremos a cualquier otra persona, deseaban gobernar todo; que se les adorara como dioses. Se creó conflicto entre todos ellos sin que la población fuera advertida del porvenir de ella.

Comencé a ver el mundo con un odio inconmensurable. Todo fue una fachada, creíamos ser libres de elegir nuestro destino, pero no. Nuestras vidas estaban condicionadas por lo que unas cuantas personas decidieran hacer con nosotras. No nos veían como a sus iguales, solo éramos unos simples títeres andantes. Solo eso.

Esta guerra concluyó 6 años después al contemplar que si seguía la humanidad dejaría de existir. Solo quedamos el 7% de la población, tan solo 105 millones de personas. Todos huyeron en pequeños grupos a los lugares más recónditos del planeta que podían ser habitables; no querían ser encontrados por las demás personas. de confiar en los demás.

En mi caso, me fui con un grupo que se dirigía al desierto del Sáhara. Ahí he vivido desde que tengo recuerdo después de la guerra. Fue difícil acostumbrarse a esos climas, pero pudimos sobrevivir creando pozos subterráneos en tiempo récord; aunque sea eso se le podía agradecer a todo el avance científico y tecnológico.

Con el pasar del tiempo se volvió a tener vínculos de confianza entre nosotros y más personas llegaban para quedarse, todo estaba volviendo a dar fruto. El odio hacia la humanidad dejó de existir en mí. Entendí que no todos eran así, que no todos tenían la culpa; además, los que me rodeaban habían pasado por lo mismo e incluso pudo haber sido peor para algunos.

Éramos algo así como una nación, solo que no deseábamos ponerle nombre a esto para no volver al pasado. Nos sentíamos contentos así como estábamos.

Un día en la mañana llegó otra persona, pensábamos que buscaba asilo. No fue así, buscaba una alianza, algo que en un principio todos desaprobaron. Nos platicó que se habían creado en todo el mundo varias poblaciones. El venía de una de Europa, mi antiguo continente. Nosotros teníamos muy poca información de ello, haciéndonos desconfiar si era cierto o solo quería volver a crear conflictos.

Para comprobar si era cierto, se decidió mandar a unos cuantos voluntarios. Me ofrecí junto con otras seis personas. Deseaba ver con mis propios ojos si era verdad. Estuvimos tres meses en Europa, supimos que todo de nuevo era tranquilidad y me alegro de haber ido; no solo porque se creó la alianza, también conocí a quien ahora es mi esposo.

Y así se enviaron mensajeros por todo lugar del cual tenían información existían personas habitando. A esta gran alianza se le nombró "Sverra II".

Sigo viviendo en este desierto junto a mi marido quien me siguió hasta aquí. Hace mucho no hubiera creído estar en este lugar, sufrir y perder tanto. Todo esto fue doloroso, pero también encontré personas a quienes poder llamar amigos, y a quien amo con toda el alma. Él es un gran compañero en mi vida y me da esperanza de que algún día toda la Tierra volverá a ser habitable.

Me da esperanza de que no volveremos a caer en los errores del pasado, y espero no sea así.

No sé si esto será algo efímero o durará por mucho tiempo, espero y sea la segunda. No deseo que alguien pase por todo lo sucedido hasta ahora. Simplemente no tengo la menor idea. De lo único que soy consciente es que tenemos de nuevo la oportunidad de tener un lugar donde convivir sanamente. Tenemos la oportunidad de otro nuevo comienzo.

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