Creía que era completamente feliz. Pero esa total felicidad, esa perfección que creo que llegue a sentir, solo duro un efímero instante, y una fría aguja de realidad pincho la frágil burbuja donde vivía. En mi caso, esa aguja llevaba grabada la pala...
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—Entonces... ¿Nosotros estamos casados?— pregunté tímidamente, era como la novena vez que le planteaba esa cuestión. Él me decía que era normal que quisiera saber más sobre mi vida.
—Aja, tu eres mi esposa y yo soy tu marido — Luis estaba secando los platos mientras me hablaba— ¿quieres que te cuente como fueron los preparativos de la boda?
Abrí los ojos, me daba ansiedad pero enserio quería saber. Asentí con la cabeza y mientras hablaba yo lo seguía con la mirada a medida que iba guardando platos, vasos y tazas.
—Estuvimos dos años de novios hasta que decidimos casarnos. Cada vez que lo recordábamos vos me decías que esos días yo había estado histérico. Y quizás era cierto. Lo que más me preocupó fue la sesión de fotografías, siendo como soy no soportaría un error en las fotos de uno de los momentos más importantes de mi vida. Estábamos en el Paseo del Sol montando todas las cosas necesarias, vos querías de mañana y yo entre la tarde noche para tener diferentes tipos de iluminaciones. Ahí gane yo. Estaba, y de hecho fue así, completamente seguro de que las fotos quedarían como toda una obra de arte. Después fue la ropa. Tu vestido era lila y querías que me ponga un moño del mismo color. Pero te discutí ese punto, yo tenía una corbata que combinaba perfectamente con tu vestido y mi traje blanco. Después de decirte eso me di cuenta que me parecía a mi madre y sus dilemas con respecto a nuestra forma de vestir. Y le seguí dando muchas vueltas al tema de las fotos. No podía usar determinado filtro a tal hora, las distintas cámaras eran para el momento adecuado, no para cuando el fotógrafo quisiera. Y los ángulos desde donde las tomaba. ¡Se podría haber esforzado más! ¡Se supone que era profesional!
Me causaba gracias verlo hablar de esa manera, parecía una vieja quisquillosa. Aparentemente nuestra boda fue hermosa, lástima que no la recuerde. Se siente como si me hubiese perdido mi propio casamiento.
— ¿Puedo volver a ver las fotos?— Le pedí, Luis fue a buscármelas y las dejo sobre la mesa. Se fue a limpiar el patio. Yo pasaba lentamente las hojas. Me veía feliz, yo era feliz. Algunas fotos eran divertidas. Poco a poco me invadía una sensación familiar, como si quisiera recordar a la perfección ese momento tan especial, pero por más que me esforzara no lo logaba. Quisiera volver a vivir eso...
Me acerque a la ventana para verlo, estaba barriendo.
Entonces yo amaba a ese hombre, era feliz a su lado. Desde que regrese del hospital me había mostrado un cariño especial, seguro él me seguía amando. Tal vez pueda colaborar a que las cosas sean como antes. Luis me ha tratado muy bien, le tengo aprecio y lo siento como un amigo. Quizá estoy sintiendo algo más, solo necesito un poco de valor.
