El sentimiento callado

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-¿Sabes Ukitake?, tengo que decirte algo-Sonrió Kyokaru.

Hace ya tiempo.   .   .

Kyoraku era un tipo al cual las mayoría de cosas le daban igual, y ese día no era la excepción para que lo hicieran, odiaba trabajar en exceso, normalmente dejaba sus tareas a su teniente, quien las hacia de una manera enfadada y de mala gana.

-Vaya, parece que quiere atraparme de nuevo-Suspiró antes de arreglarse el sombrero, preparado para lo que venía, probablemente esperaba un regaño o algo así por el estilo, después de todo, a ella le encantaba regañarlo, era como un pasatiempo.

-¿Kyoraku?-Mencionó una voz conocida e increíblemente calmada, antes de ser seguida por una tos leve.

-Ukitake-Ladeo la cabeza y sonrió el pelicafé antes de levantarse y acomodarse el traje de shinigami, y un poco el saco de flores que siempre llevaba consigo.

El silencio reinó un poco más, antes de que uno de los dos tomara la palabra.

-¿No habrás...dejado a Nanao san el trabajo de nuevo verdad?-Mencionó algo preocupado el de cabello blanco-Sabes perfectamente cómo se enoja contigo cuando haces eso, y hacer enojar a tu teniente no es bueno Kyoraku

-Lo sé, lo lamento, pero no tienes que recordarmelo, si lo haces tendré que empezar a dejar de hacerlo solo para no molestarte-Suspiró Kyokaru antes de palmearle un par de veces la cabeza a su amigo, aunque con mucho cuidado, no quería que este que era tan frágil, se pudiera lastimar.

Ukitake no pudo evitar volver a toser levemente, acto siguiente y casi inmediato, Kyokaru retiró su mano y la dirigió hacia su espalda, sobandola de manera nerviosa un poco y disculpandose de antemano, ¿por qué?, por creer que lo había lastimado.

-No necesitas disculparte, bien sabes que esto me sucede seguido-Le sonrió débilmente el peliblanco a su amigo antes de ahora el palmearle un poco el hombro.

-Ya se-Volvió a sonreír el pelicafé antes de asentir un par de veces-¿Qué te parece si ambos esquivamos a Nanao chan y nos colamos a mi habitación para poder comer algo?, así tú puedes descansar y yo puedo ingerir comida sin miedo a regaños

-Sabes que esto es una mala idea-Sonrió levemente Ukitake antes de suspirar un poco y solo asentir, se dejaría llevar por su mejor amigo, después de todo, su enferma vida era más interesante con él.

Después de haber ideado varios planes, y al fin lograr pasar al cuarto de Kyokaru sin ser vistos por Nanao, ambos amigos se sentaron en el suelo, simplemente viendo el paisaje de un lindo atardecer, Kyokaku no tardó demasiado en quitarse el sombrero y dejarlo a un lado suyo, acto seguido se recargo en las palmas de sus manos mientras llevaba estás un poco hacia atrás para recargarse en el suelo, mientras Ukitake seguía en la misma posición de flor de loto y los ojos cerrados, simplemente disfrutando el lindo momento.

-Hey, Ukitake, ¿puedo preguntarte algo?

-Claro Kyokaru, ¿Qué sucede?-Sonrió comprensivo el peliblanco, teniendo esa vibra de tranquilidad natural.

-¿No es raro que. . .he perseguido mujeres toda mi vida, pero absolutamente ninguna me ha prestado atención?-se revolvió algo el cabello.

-Quizá es porque no las tratas de una manera. . .sublime, Kyokaru.

-¿Sublime?-Se veía algo sorprendido el mencionado.

-Si, tienes que ser sensible, y además tienes que hacer que entiendan tus sentimientos de poco a poco, nunca hay que apresurar las cosas, eso sería. . .algo grosero-Asintío a sí mismo Ukitake antes de volver a sonreír-¿Prometes ser más sensible con las mujeres?, no quiero verte solo toda tu vida, Kyokaru-Abrío los ojos con un singular brillo-Eres un hombre que realmente merece una pareja, eres guapo, eres carismático, y aunque seas algo alcohólico algunas veces nunca te sobrepasas, además de que se que dentro de todo ese cascarón de chico tranquilo y desinteresado, realmente si tienes un corazón de oro

Kyokaru se quedó viendo a aquél hombre, antes de volver a agarrar aire, suspirar notoriamente y volverse a poner el sombrero y acomodarlo en su cabeza, poniendo y acomodando pensamientos.

-Bien, pero solo porque tú lo estás diciendo, normalmente no obedezco a nadie Ukitake.

.    .    .

-Esperé, Ukitake, y finalmente he llegado a una decisión-Decía bastante determinado el Pelicafé mientras la sonrisa notoria se le dibujaba en el rostro-No tenía pegue con las mujeres porque no me interesaba tener mujeres, he reflexionado realmente mucho, me quedé despierto noches completas pensando en ello, te quiero a ti, Ukitake, te necesito a ti y solo a ti, tú eres la luz en mis días y eres mi estrella en la noche, eres galante y amable, eres risueño y tierno, realmente no me había dado cuenta de lo que sentía antes y te pido mucho perdón por eso...

Volvió a sonreír Kyokaru antes de agarrar su sombrero y bajarlo de su cabeza hasta llegar a ponerlo en su pecho, ahora su expresión cambiaba a una de tristeza.

-Te esperé Ukitake, y tú te fuiste, te fuiste a un lugar al cual no puedo seguirte, ni puedo volver a sentir tu gentíl toque, ni escuchar el hermoso susurro de tu voz...es muy tarde para darse cuenta de lo que uno siente y protegerte lo suficiente...¿No es así?...

Sus ojos se comenzaron a cristalizarse y pequeñas gotas de agua caían de ellos.

-Perdoname Ukitake...-Dejó el ramo de flores frente a una tumba, la cual tenía escrito "Aquí llace un exelente capitán, y un muy querido amigo"-Volveré a hablar contigo de nuevo, mi persona especial-Sonrío una última vez antes de  volverse a colocar el sombrero y secar sus lágrimas, comenzó a irse, dejando la tumba detrás, tenía que ser fuerte, tenía que vivir la vida al máximo, tal y como su amado lo habría hecho.

Realmente....Realmente te amo

El sentimiento callado-One shot KyoukiWhere stories live. Discover now