No tuve más opción que levantarme y bajar a tomar desayuno. No sabía que hacer mucho, debía de entretener al tiempo pues hoy debía ir a mi cita con el doctor por la tonta mano. Necesitaba el permiso-aunque supiera que no me lo iba a dar-hoy, el juego era el miércoles y yo debía entregársela antes al entrenador para poder ir a las practica. Todo estaba fatal.

Como si no fuese poco, fui victima de la calor luego de desayunar y cabe destacar que hoy mamá no me trató mal ni me habló en mal tono, de hecho fue amable y hasta cariñosa, no quise preguntarle la causa de su cambio de comportamiento pues no quería hacerla enojar y que cambiara, así que sólo me dispuse a observara y disfrutar de mi madre. Pero volviendo al punto, debido a la incipiente calor de esta estación, decidí meterme a la piscina del jardín con Jaxon.

Me puse un bañador y mamá se lo puso a mi rubio hermano, luego ambos nos introdujimos en aquella piscina que tanto buenos recuerdos me había dado toda la vida y comencé a jugar con mi hermano

-tendrás que aprender a nadar campeón-dije tomándolo por los brazos y dejándolo sobre el primer escalón de la entrada  a la piscina-me pondré aquí y tu vendrás sí-él me sonrió aplaudiendo-mueve los brazos así-le dije y comencé a mover mis brazos-ahora ven aquí-retrocedí un poco y esperé a que Jaxon nadara. El pequeño rubio con mucho esfuerzo comenzó a mover sus brazos y luego de algunos segundos llego a mí-¡eso es Jaxon!-exclamé y lo levanté en el aire.

-toma Justin-bajé a mi hermano de los brazos y miré a mi padre que me extendía mi teléfono celular-es Ryan creo te ha estado llamando hace bastante, tómalo que yo cuido a Jaxon

-esta bien-me salí rápidamente de la piscina, me sequé las manos en mi toalla y luego tomé el celular justo en el momento que volvió a sonar.

-¿Por qué arruinas mi sábado Ryan?-pregunté contestando mientras veía a mi padre entrar a la piscina para tomar a Jaxon y jugar con él-se supone que descanso de ti amigo-lo molesté

-si claro como no-pude sentir como él rodó los ojos-no te haz deshecho de mi todos estos años, menos lo harás ahora Justin-reímos los dos sabiendo que eso era cierto

-bueno es cierto ¿que quieres hombre?-me giré completamente  y me senté en la silla de plástico que mamá había comprado

-un favor-hizo una pausa-acabo de terminar un informe para Carmichael y si no está a las doce en su escritorio me matará-sonó angustiado

-¿que tengo que ver yo con eso?-pregunté frunciendo el ceño

-pues necesito que me lleves a la universidad porque si no lo haz notado faltan veinte minutos para que sean las doce y no alcanzaré a llegar si tomo el autobus

-¿y tu camioneta Ryan?-pregunté confundido-¿no era que Billy te la había devuelto?

-si si, pero volvió a fallar y se la llevé de nuevo-suspiró y volvió a hablar-y por si te lo preguntas Mags no puede hacerlo, se fue hoy a tomar fotografías a un camping o algo parecido, así que no puede, ¿podrías cumplir tu rol de mejor amigo y llevarme?-preguntó por último

-bien-murmuré y tomé la toalla de la silla-haz arruinado mi tarde de piscina pero te lo perdono sólo porque eres mi mejor amigo

-¡Gracias! Ahora trae tu trasero blanco hasta aquí y vamos a la universidad ¡Por favor!-exclamó desesperado y yo reí para luego colgar.

Mi plan inicial era solo estar en casa hasta que fuera la hora de ir al doctor pero Ryan me había cambiado los planes y aunque no quisiera realmente salir, era mi maldito amigo y yo siempre estaría para él.

Me puse mi ropa rápidamente y tomé las llaves del auto, salí de casa despidiéndome apenas y conduje hasta la casa de Ryan.

-¡Era hora!-dijo Ryan entrado al auto-ya me estaba rostizando allí adentro, así que ahora conduce rápido y luego si quieres vamos a comer-suspiró y se puso el cinturón de seguridad-¡Vamos!

Devuelveme a mi chicaWhere stories live. Discover now