-¡Ahora vamos con flexiones de brazos, todos al suelo! ¡Ahora!-gritó suerte el entrenador y yo suspiré haciendo una mueca. Si apenas podía mover la mano mucho menos podría sostener el peso de mi cuerpo en ella-¡Vamos Bieber, al suelo!-yo asentí y le hice caso con cuidado-¡Demos el ejemplo señor!-cerré los ojos y con cuidado comencé a flexionar tratando de no forzar tanto mi mano.

Tampoco quería hacer mucha fuerza pues quería llegar a jugar bien el partido decisivo de la próxima semana, era crucialpara la gran final, toda la ciudad estaba al pendiente. Era importante para mi y para todos, de verdad que lo era.

El coach estuvo llamando mi atención todo el entrenamiento por más que traté de pasar desapercibido ante sus ojos, pero no me quedó de otra que bajar la cabeza y asentir para no demostrar lo incomodo que me encontraba. Creo que nunca me sentí tan feliz cuando el entrenador dio por terminada la practica de hoy, yo sólo quería ir a casa y descansar. Los chicos comenzaron a irse y yo estuve a punto de imitar su acto hasta que vi se me acercaba el entrenador

-¡Bieber te quiero más concentrado!-exclamó a mi lado-hay que dar el ejemplo chico

-si señor-asentí a su lado y me crucé de brazos para que no viera mi mano

-también quería decirte si puedes seguir viendo a los chicos de Kensington, mi esposa aún necesita ayuda con el pequeño Brandon y los otros siete-hizo una pausa mientras rascaba su barbilla.además sería conveniente completarías el mes completo y por ende recibirías la paga completa-aquello que decía Brooks no sonaba tan mal. A pesar de estar cansado y adolorido no era malo, serían unos días más con los chicos haciendo lo que me gustaba y eso contando el hecho de que me pagarían. Por otra parte entendía al entrenador con esos siete hijos o bueno ocho yo moriría, mamá con suerte puede con nosotros tres-¿que dices?

-esta bien, acepto no se preocupe señor-le sonreí

-bien ahora sobre otro asunto, el partido de la próxima semana es importante y lo sabes-moví la cabeza-así que quiero la autorización del doctor para que juegues ¿bien?-¿de que mierda hablaba Brooks?-esa mano me preocupa Bieber, no soy tonto ni estúpido así que me traes la autorización igual que la vez anterior y juegas el partido, eres el mejor Bieber debo cuidarte ¿entiendes?

-entiendo señor-murmuré serio

-prefiero que te pierdas este partido a que te pierdas la gran final, así que eso sería todo-dijo con su voz profunda

-bien-asentó-ahora si me disculpa voy atrasado para ir con los chicos de Kensington con permiso-dije y me di media vuelta para desaparecer de ahí

Jodida mierda.

 Odiaba cuando al  entrenador le daba la regalada gana de pedirme esa autorización.Yo sabía el estado de mi mano, yo sabía si era capaz de jugar o no, no un doctor ni mucho menos él.

De seguro si voy al doctor no me dará el visto bueno para jugar con eso de que mi cuerpo es frágil luego del accidente y toda la cosa. Tendría que rogarle demasiado o hasta arrodillarme en el piso para que me dijera un puto sí.Definitivamente no quería saber si tenía roto un metacarpiano o si no podía jugar, yo sólo quería hacerlo y ya, sin la opinión de nadie.

Pero eso para el entrenador no bastaba. 

Recuerdo las historias de papá, cuando me contaba sobre su época en la universidad,donde más de alguna vez jugó con gripe, con esguinces con rasguños e hinchazones, el jugaba a pesar de todo porque era lo que realmente le gustaba, era increíble escucharlo hablar con tanta emoción. Nunca entendí realmente porque nunca jugó en la NFL si era tan bueno. En cambio Jack jugó en la preparatoria y ciertos años en la universidad hasta que una lesión lo obligó a salir, aún así era bueno, siempre íbamos a todos sus juegos y luego estaba yo, siguiendo la tradición Bieber y sufriendo por una simple mano.

Devuelveme a mi chicaWhere stories live. Discover now