—¿De verdad?—preguntó. Intento que no se notara la emoción en su voz.
Y es que desde hace dos años dejó de comunicarse con el morocho, había pensado que era lo mejor para los dos—. Me alegra que Margo lo conozca, ya era hora.

—Liam... ¿tú todavía sientes algo por él?—preguntó. Liam abrió los ojos. Esa pregunta lo había lo agarrado de sorpresa.

—Uh—suspiró—, quiero creer que ya no siento nada por él. He estado saliendo e intentando tener una relación, pero he fracasado. Tú lo has visto—bajó la mirada—. Siento que si lo vuelvo a ver mis sentimientos por él regresen. No quiero eso... No si voy a volver a sufrir.

—Liam—murmuró para después envolverlo en un abrazo.



                                  ♡

—¡Margo, no corras que te puedes caer!—reprendió el castaño y la pequeña solo corría de un lado para otro riendo. Louis le sonrió a su hermana cuando tomó a la niña en sus brazos.

Desde que todos los invitados habían llegado la pequeña iba de un lado a otro, comiendo uno que otro bocadillo y un Louis detrás de ella cuidando que Margo no se manchara el vestido o se fuera a caer.

—Mi amor, no la regañes es su día— Louis brinco cuando unos brazos se envolvieron en su cintura, al reconocer los brazos se relajo.

—No la defiendas—dijo molesto—, tú no eres él que estuvo todo el día caminando de un lado a otro.

—Lo sé, bebé—acarició el cuello del castaño con su nariz causándole cosquillas—. No sabes lo mucho que te agradezco, eres un excelente padre y lo demuestras todos los días.

Sonrió cuando escuchó eso. Necesitaba a Harry diciéndole lo mucho que lo amaba, lo bien que educaba a Margo, solo para que su día mejore. Y es que desde el principio tenía miedo que fuera mal padre, pero venía el rizado y lo decía lo buen padre que era y todo miedo se iba.

—Tu igual eres un buen padre—se acurruco en el pecho del rizado mientras este le acariciaba el cabello—, y un buen novio.

—Tu igual eres buen novio—le susurró dejando un beso en el cuello del castaño—. Cada día me enamoro más de ti. Me gusta que lo primero que vea al levantarme seas tú y sé que estoy siendo un cursi en estos momentos.

El castaño se giró quedando enfrente del rizado y se paró de puntitas para poder enredar sus brazos en el cuello de este y juntar sus labios en un lento beso. Y como todos sus besos, siempre sentía esa chispa y corriente recorrer todo su cuerpo. Ambos se alejaron con el chasquido de sus labios. Louis quería confesar que amaba que los labios de Harry quedaran hinchados y rojos cada vez que se besaban con intensidad.

—Te amo ¿lo sabes verdad?—Harry siempre tenía ese brillo cada vez que lo decía. No importa cuando tiempo pase o cuantas veces se lo repita, ese brillo nunca abandonaba los ojos del ojiverde.

—Repítelo—pidió el mayor con las manos en las caderas de Louis.

—No—negó divertido intentando alejarse, pero Harry apretaba más sus caderas impidiéndole moverse—. Ya te lo he dicho miles de veces.

—Lo sé, pero teniéndote a ti, nada me es suficiente—notó. Louis cerró los ojos ante las caricias que Harry le daba—. Porque estoy perdidamente enamorado de ti. No imagino una vida sin ti, sin tus ojos y tu mal humor y sin nuestra hija. Gracias por darme una familia, gracias por todo. Solo quería decírtelo y te lo repetire cuando quiera.

Su pecho se llenó de un sentimiento de calidez y felicidad, quería besar al rizado con todas sus fuerzas y que lo hiciera suyo en ese preciso momento, pero se recordó que era el cumpleaños de su hija y que toda su familia estaba presente así que sólo apretó al rizado a su cuerpo.

Una Llegada Inesperada  [M- Preg] ಇ LsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora