2▪Always You • Brendon Urie | TERMINADA |

16. Nuevas "amigas" y opiniones ¿acertadas?.

-¡Voy al estudio!.-

-Como sea.-
Respondí subiendo las escaleras hacia el cuarto.
Principios de noviembre y aún seguía con lo mismo.
Estaba empezando a hartarme de lo mismo todo los días, siempre al estudio y te aseguro que si fuese verdad no me enojaria, en absoluto, pero al confirmar con Brendon que de los 6 días que había salido Kenneth al "estudio" sólo en dos había sido verdad no dejaba nada más que pensar.
Me estaba engañando.

-¿Quieres venir?. No has conocido a Nicole. Es muy agradable.-

-Oh, asi que ahora es de verdad. No, no quiero.-

-¿Qué tienes?.-

-Nada.-
Terminé de subir las escaleras y caminé por el pasillo. Escuché como sonaba suavemente la madera y supe que venía detrás de mi.

-Has estado rara desde que volvimos. ¿Pasó algo?.-

-Kenneth, no es nada.-
Me giré al él poner una mano en mi hombro.

-Puedes confiar en mi.-
Dijo.

-¿Realmente puedo?.-

-¿Qué intentas decir?.-

-Mira desde una nueva perspectiva lo que estás haciendo.-

-Lo mismo te digo.-
Nos quedamos viendo durante algunos segundos que parecieron eternos. Aparté la mirada y me giré para al fin llegar a la habitación.
-¿Segura que no quieres venir?. -

-Que te vaya bien.-
Cerré la puerta al entrar y me apoyé en ella. Sentía los ojos llenos de lágrimas, no quería llorar, lo había estado haciendo toda la semana y quería terminar con eso. Limpié mi rostro con las manos y dí un gran respiro.

-Hey. ¿Todo en orden?.-
Fue lo primero que dijo al contestar la llamada.

-Todo se está yendo al carajo pero bueno. ¿Qué pasa?.-
Sorbí mi nariz.

-Recién llamé a Kenny pero dice que te encerraste y no quieres hablar con él.-

-Al menos en eso dice la verdad.-

-Tranquilizate con ese asunto. Iremos a cenar después de terminar de grabar el último verso de una canción. Ven y distraete. Nos divertiremos un rato, será como los viejos tiempos.-

-Yo quisiera que todo fuese como los viejos tiempos. Pero no creo que sea una buena idea...-

-Oh vamos...-

Maldita palabra.

Esos veinte minutos habían sido los más bochornosos que él y yo habíamos tenido en todo lo que llevábamos de convivir. Ni siqueira cuando nos estábamos conociendo habíamos tenido una incomodidad como esta. Me adelanté a abrir la puerta del coche para bajar antes de que él lo hiciera y solo me dedicó una pequeña sonrisa la cual no hizo nada más que ponerme denuevo triste.
Tomó mi mano y la entrelazó con la suya.
Entramos al estudio después de saludar a algunas personas en la entrada que aún a las 20:00hrs estaban trabajando.
Ojala y Brendon les pague horas extras.